El USS Gerald R. Ford (CVN-78) es el portaaviones más avanzado construido por Estados Unidos y una muestra del poder tecnológico aplicado a la ingeniería naval. Con más de 100 000 toneladas de desplazamiento, representa el mayor salto en innovación, automatización y eficiencia energética en la historia de la flota estadounidense.
Impulsado por dos reactores nucleares A1B, el Gerald R. Ford genera un 25 % más de energía que sus predecesores. Esta potencia adicional permite alimentar todos los sistemas eléctricos de la nave, desde los mecanismos de propulsión hasta las operaciones aéreas, reduciendo la dependencia del vapor y el mantenimiento mecánico.
Entre sus principales innovaciones se encuentra el sistema de lanzamiento electromagnético EMALS, que reemplaza las antiguas catapultas de vapor. Este avance posibilita despegues más suaves y precisos, reduce el desgaste estructural de las aeronaves y aumenta la frecuencia de operaciones aéreas, alcanzando hasta 160 misiones por día.
El nivel de automatización del Gerald R. Ford marca una nueva etapa en la ingeniería naval. Los procesos digitalizados y los sensores inteligentes permiten operar con menos tripulación sin perder capacidad táctica. Esto mejora la seguridad, optimiza el tiempo de respuesta y reduce los costos operativos en misiones prolongadas.
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En su cubierta de vuelo pueden operar más de 80 aeronaves, entre cazas F/A-18 Super Hornet, helicópteros Seahawk y aviones de alerta temprana. El diseño incorpora materiales compuestos de alta resistencia y un sistema de control avanzado que facilita las operaciones simultáneas bajo condiciones extremas.
Actualmente, el Gerald R. Ford navega hacia el Caribe, cerca de las costas venezolanas, en una operación que combina presencia estratégica y despliegue tecnológico. Su paso por la región refleja no solo poder militar, sino también el nivel de desarrollo alcanzado por la ingeniería naval estadounidense.
El USS Gerald R. Ford es más que un símbolo de fuerza. Es una plataforma flotante de innovación donde convergen automatización, energía limpia y precisión digital. Cada sistema integrado confirma que el futuro de la tecnología naval ya está en marcha y navega frente a las costas de Venezuela.
Imagen: Edición ENTER

