Desde hace más de tres décadas –desde que trabajaba en la sección Tecnología del diario El Tiempo– necesito editar o retocar fotos digitales para mi trabajo. Muchas de esas tareas las realizo en un programa legendario, Adobe Photoshop, pero debo confesar que nunca aprendí a manejarlo muy bien. No sé por qué. Quizás por pereza. Supongo que aprendí a realizar las tareas básicas, y me pareció que con eso podía salir del paso sin tener que dedicar horas y horas a adquirir un conocimiento más avanzado. Soy periodista, no fotógrafo o ilustrador, así que eso tiene sentido.
Sin embargo, no mejorar mis conocimientos de Photoshop siempre me produjo sentimiento de culpa. Por eso solía tener en mi lista de pendientes de cada año aprender a manejar mucho mejor ese software de edición de imágenes. Ahora es muy fácil aprender a manejar cualquier software gracias a los incontables videos pedagógicos de gran calidad que uno encuentra en YouTube.
Sin embargo, cuando hace un par de meses se lanzó Nano Banana, la inteligencia artificial de Google para generación de imágenes, decidí que voy a borrar de mi lista de pendientes el aprendizaje avanzado de Photoshop. Después de probar esa IA durante varias semanas, concluí que ya no tiene sentido.
No porque Photoshop no me parezca una herramienta poderosa y muy completa, sino porque muchas tareas que son dispendiosas en Photoshop, como montar a una persona o un objeto en un escenario diferente, se realizan en segundos en Nano Banana. Así que con mis conocimientos básicos me sobra y me basta.
Quizás debo aclarar algo: yo no uso la versión más reciente de Photoshop, que se paga mensualmente por suscripción. En un acto de rebeldía suprema –¿o tacañería?– decidí seguir usando mi versión legal del paquete Adobe Creative Suite 6, que tengo hace 13 años, y que incluye no solo Photoshop, sino todos los principales programas de Adobe, como InDesign, Acrobat e Illustrator (también tiene Premiere, pero ese no lo uso porque prefiero el software de edición de video del mundo Mac, llamado Final Cut Pro).
Pero aunque yo esté usando una versión obsoleta de Photoshop, he probado las recientes, y tengo claro que igual uno necesita tiempo y paciencia para realizar tareas que con una IA como Nano Banana se reducen a escribirle a la IA qué se necesita: en pocos segundos uno tiene el resultado.
Sé que las personas que usan Photoshop a un nivel avanzado quizás deben estar pensando que lo que estoy diciendo es una herejía, pero el punto es que la mayoría de los usuarios no necesitamos conocimientos tan avanzados como los de ellos para manipular y mejorar imágenes. Lo que sí necesitamos es precisamente ‘manipular y mejorar imágenes’ en el día a día, y esas son tareas que la IA está realizando cada vez mejor.
Me refiero a labores como quitarle el fondo a una imagen, eliminar un objeto de una foto, montar a una persona en un escenario diferente, retocar la foto que uno quiere subir a su perfil de LinkedIn, etc. Estos días publiqué un video en YouTube en el que muestro 15 usos que se le puede dar a Nano Banana y los resultados –y la facilidad de uso– son sobresalientes.
La primera vez que usé una IA para generar imágenes fue en agosto del 2022, poco después de que se lanzó Stable Diffusion. En ese momento me pareció alucinante que fuera tan sencillo crear imágenes que solo un ilustrador profesional lograría. Pero tengo claro que esa IA era bastante rudimentaria comparada con lo que tenemos ahora.
La calidad de las imágenes que genera Nano Banana –e incluso las que produce ChatGPT, la IA rival de la de Google– son de muy buena calidad. Y lo mejor de todo es que esas inteligencias artificiales, al menos por ahora, se pueden usar de forma gratuita.
No puedo dejar de mencionar que inteligencias artificiales como Nano Banana, cuyo nombre oficial en realidad es Gemini 2.5 Flash Image, están lejos de ser perfectas. En mi video de YouTube yo muestro los resultados finales que salieron bien. Pero hubo muchas ocasiones en los que esa IA no hizo lo que yo pedía, por más que intentaba una y otra vez.
Por ejemplo, una tarea que necesito realizar con frecuencia es hacer que una imagen vertical (o cuadrada) se vuelva horizontal, es decir, con relación de aspecto panorámico. Eso implica rellenar el lado izquierdo y el derecho con contenido visual que no existe. En eso, Nano Banana fallaba constantemente.
Aun así, los resultados son muy buenos la mayor parte del tiempo. Y como esta IA es gratuita, uno no está perdiendo créditos con cada intento que hace, como sí sucede con otra IA de Google, Veo 3, que sirve para generación de video, y de la que también hablé en ENTER.CO.
Además, siempre que Nano Banana falle, aún podré pulir a mano algunos de los defectos de las imágenes resultantes usando mis conocimientos básicos de Photoshop, que definitivamente se mantendrán así por cuenta de la inteligencia artificial.
