No-code: la promesa de crear aplicaciones sin programar

No code

En octubre del 2017, Chris Wanstrath, el cofundador y en ese entonces presidente de GitHub, dijo en una conferencia algo que sonó extraño en boca del creador de un repositorio de código de programación usado por millones de desarrolladores de software en todo el mundo: “Nosotros creemos que el futuro de la programación es no programar en lo absoluto”.

Wanstrath, un pelirrojo pelilargo con más pinta de rockero que de empresario, explicó en esa charla su afirmación: “La verdadera esencia del desarrollo de software no es la programación, no es el tipeo, no son los compiladores. Al final del día es lo que usted está construyendo y el efecto que eso tiene en la persona para la que lo está creando. Programar es un acto asombroso, es retador, pero en alguna manera puede ser una barrera. Y lo que nos interesa es que el futuro de la programación se centre menos en programar. Programar ya no es el evento principal; la creación de software es el evento principal. La programación es solo una pequeña parte de él”.

Las palabras de Wanstrath, quien en ese momento ya había anunciado que dejaría la presidencia de su compañía (Microsoft compró GitHub pocos meses después), fueron visionarias a la luz de una tendencia que cada día toma más fuerza en el mundo: el auge de la creación de aplicaciones no-code y low-code.

Estamos hablando de un modelo que hacen posible plataformas en línea como Mendix, Bubble, Microsoft Power Apps, Zapier, Webflow, Airtable, Zoho Creator y Salesforce App Cloud, las cuales permiten que los emprendedores y empresarios creen aplicaciones web, sitios web, tiendas en línea y aplicaciones móviles, entre otros, con herramientas gráficas que requieren cero programación (no-code) o muy poca (low-code), y que funcionan como ‘piezas de lego’ que se van uniendo hasta entregar una aplicación.

Este concepto no es nuevo. De hecho, algunos lo comparan con el sistema de administración de contenido WordPress.org, el software libre con el que se crean y manejan cerca de 43% de los sitios web del mundo. Desde hace años, este CMS permite que personas comunes y empresas creen sitios web con amplias capacidades, sin necesidad de programar, y con la posibilidad de agregarles funcionalidades mediante decenas de miles de plug-ins fáciles de instalar y manejar.

Y aunque no es algo nuevo, el modelo no-code y low-code se aceleró por cuenta de la pandemia –tal como muchas otras tendencias en tecnología–, debido a que creció la necesidad de las empresas de acoger la tecnología en todos sus procesos y de volcarse hacia Internet para ser más eficientes y sobrevivir.

La firma de investigaciones Forrester estima que en el 2021 el 75 por ciento de todo el desarrollo de aplicaciones empleará plataformas low-code o no-code, en comparación con el 44 por ciento del 2020.

No code está siendo promovido en buena medida como una herramienta clave para los emprendedores, que pueden llevar sus ideas al mercado más rápidamente y sin la limitación de no saber programar. Joan Westenberg, fundadora de la firma Studio Self, afirma en una columna en Inc.com que estas herramientas les permiten a los emprendedores “idear, probar y lanzar plataformas completas, y por eso las están usando a gran escala. No-code está haciendo posible que más gente cree software, lo que democratiza el proceso de desarrollo y hace que concretar una idea sea más fácil que nunca”.

Por su parte, Joe Procopio, fundador de la empresa estadounidense Teaching Startup, capta la esencia de lo que este modelo promete en la frase con la que él arrancó una columna publicada en Inc.com: “Yo inicie un negocio rentable usando únicamente plataformas y herramientas no-code”.

No-code y low-code son el tema central de la revista ENTER 265. En esa edición se explica en qué consiste este modelo de desarrollo de aplicaciones, cuáles son sus beneficios para los emprendedores y empresarios, si puede afectar a los programadores o si por el contrario también les trae beneficios, qué se le critica a este enfoque, etc.

Portada ENTER 265

En otros artículos de esta edición se explica cómo se desarrollará el modelo gradual de actualización a Windows 11 que Microsoft inició en octubre; le damos un vistazo en profundidad a Star+, el nuevo servicio de streaming que llegó recientemente a Colombia y que es muy atractivo para los aficionados a los deportes; revisamos el teléfono plegable más avanzado de Samsung, el nuevo Galaxy Z Fold3 5G; y hablamos de 10 juegos que están por llegar al mercado y que alargarán la vida de las consolas de anterior generación PS4 y Xbox One.

 

Javier Méndez

Javier Méndez

A mediados de los años 80 tuve un paso fugaz por la facultad de ingeniería de sistemas de la Universidad de los Andes, pero me tomó pocos meses descubrir que escribir código era mucho menos apasionante que escribir artículos. Desde entonces pienso que la tecnología es más divertida cuando se la disfruta desde afuera que cuando se la sufre desde adentro. Y aunque mis primeros pasos en el periodismo los di en la sección deportiva de El Tiempo, era cuestión de tiempo para que aterrizara en el mundo de la tecnología. Llevo 30 años escribiendo sobre tecnología, primero en El Tiempo, y ahora en la revista ENTER y EmpresarioTek.co. Puede seguirme en Twitter en @javiermendezz

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