Inactividad que puede cambiar el mundo

Alonso Verdugo se considera un apasionado por la computación distribuida o grid computing: hace muchos años aportó en diversos proyectos y hoy, por su formación como médico cirujano con estudios de doctorado en análisis genético, está involucrado en proyectos relacionados con la salud.

¿Utilizo el World Community Grid, un programa con el que puedo aportar en proyectos como la búsqueda de medicinas para el dengue y la lucha contra el sida. Tengo instalado el programa en mi portátil y en mi casa, y funciona las 24 horas del día porque nunca apago las dos máquinas, así que cuando no las estoy utilizando, están procesando información de estos proyectos¿.

Por su parte, Diego Pava, que no es científico, sino ingeniero electrónico ¿trabaja en el EMI Lab, en Florida, Estados Unidos¿, a comienzos de la década ayudó desde el computador de su casa a buscar vida inteligente en el espacio, al integrarse a SETI@home, el proyecto de computación distribuida más famoso y con más colaboradores en el mundo.

Uno de sus profesores le habló acerca del proyecto, y Pava cree que al descargar el programa (cuya apariencia es la de un protector de pantalla) se convirtió en uno de los primeros aportantes de este proyecto, en tiempos en los que las conexiones de banda ancha (alta velocidad) eran casi exclusivas de las empresas, y era necesario conectarse vía telefónica (y en muchos casos pagar por cada minuto de conexión).

Verdugo y Pava aportaron su grano de arena en proyectos científicos sin necesidad de hacer grandes esfuerzos: simplemente descargaron de Internet un pequeño programa y lo instalaron en sus computadores. Luego, cada vez que sus PC estaban encendidos pero inactivos (cuando no los estaban usando), empezaban a recibir paquetes de datos de los proyectos que apoyaban, y los procesaban para luego devolver los resultados. Así, ambos se convirtieron en ¿donantes¿ de la capacidad de cómputo que tales proyectos requerían.

Investigaciones más rápidas y baratas
Alonso Verdugo, como él mismo dice, tiene una mezcla extraña en su vida, así que, a su formación de médico cirujano, le suma el ser arquitecto de soluciones de software de IBM ¿una combinación nada común¿. Esto le ha permitido conocer desde adentro el tema de la computación distribuida, ya que IBM investiga y ofrece soluciones en este campo, y apoya organizaciones como World Community Grid (www.worldcommunitygrid.org), una comunidad que apoya grupos de investigación en proyectos científicos que tienen como fin ayudar a la humanidad.

Así, ha apoyado proyectos como los del proteoma humano y la exploración de usos prácticos del conocimiento del genoma; la búsqueda de la cura a enfermedades como la distrofia muscular, el dengue o el sida; y el análisis del clima en África.

¿La computación grid ¿la modalidad más avanzada de computación distribuida¿ ayuda a acortar los tiempos de las investigaciones y a reducir notablemente sus costos. Por ejemplo, la creación de productos farmacéuticos puede tomar 10 o 15 años, cuando de otra forma podría tardar hasta 30¿.

Como Verdugo y Pava, más de 10 millones de personas en todo el mundo están contribuyendo hoy en proyectos de este tipo. El conjunto de proyectos y de donantes se empieza a conocer como ¿red mundial humanitaria¿.

Estos grupos intentan explicar que si los 650 millones de PC que hoy se utilizan en el mundo ¿o al menos los 250 millones que cuentan con conexiones de banda ancha a Internet¿ se unieran a las comunidades científicas y médicas, el mundo podría dar pasos gigantescos hacia la solución de problemas complejos, que van desde la cura de enfermedades hasta la predicción climática y de desastres naturales.

Las motivaciones de la gente
En los casos de Verdugo y Pava, como en los de decenas de miles de personas en el mundo, la gran motivación para contribuir a este tipo de proyectos es simplemente colaborar. Las personas pueden aportar su grano de arena en proyectos que las motivan, sin necesidad de hacer grandes sacrificios.

¿No siempre servir a la humanidad exige dar dinero. Así como uno puede ayudar con ¿goticas¿ en un supermercado, regalar mercados o hacer donaciones para los soldados, también puede donar la capacidad de cómputo que no está utilizando¿, señala Verdugo.

Para aportar en estos proyectos, las personas no necesitan tener conocimientos de medicina, astronomía o química farmacéutica, y ni siquiera ser expertos en computadores, pues el funcionamiento de las aplicaciones de software que se tienen que instalar en los computadores es muy sencillo.

Pava recuerda que ¿el software era muy simple, solo había que tenerlo como protector de pantalla, y trabajaba solo, cuando yo no estaba haciendo nada en el computador. Uno no sabía lo que estaba haciendo el programa, solo se veían datos en la pantalla y dibujos, y en los dos años en que colaboré una sola vez el programa me avisó que había encontrado algo¿.

En esta clase de proyectos de computación distribuida, los ¿donantes¿ que prestan sus computadores para procesar los datos no reciben información concreta sobre lo que están haciendo en sus equipos, pero en cambio sí reciben estadísticas del número de usuarios, de las personas que más han aportado y del estado del avance del proyecto.

¿Proyectos como los de World Community Grid presentan el ¿ranking¿ de las personas que más colaboran, permiten crear grupos de interés y motivan permanentemente a quienes se han conectado a ellos para que sigan contribuyendo¿, afirma Verdugo.

Más allá del altruismo
Colaborar en causas nobles es la principal motivación de los millones de ¿donantes¿, aunque también existen proyectos de computación distribuida que pagan a la gente por alquilar la capacidad de sus computadores.

El más conocido es el de la empresa Gomez.com, dedicada a estudiar el tráfico y el rendimiento de Internet en el mundo. Este sitio paga a las personas de diferentes países por cada minuto de procesamiento de datos (en un mes, una persona puede ganar hasta 50 dólares; pero a diferencia de los proyectos altruistas, Gomez.com escoge a sus colaboradores según el lugar geográfico donde esté haciendo sus estudios).

Por otro lado, también existen proyectos empresariales en los que se utiliza el mismo concepto de computación distribuida, pero cuyos participantes son empleados y no voluntarios externos.

El ingeniero Javier Lozano, gerente de gestión de producto de la empresa de tecnología canadiense YottaYotta, señala que estos proyectos han llegado a hospitales, laboratorios farmacéuticos, bolsas de valores del mundo y empresas en general, que están descubriendo los beneficios de compartir los recursos computacionales de los cuales disponen (por ejemplo, una empresa con sucursales en diferentes partes del mundo puede procesar información en computadores del otro extremo del planeta en horas de la madrugada, cuando los empleados no los están utilizando).

Sin embargo, el servicio a la humanidad es por ahora la gran motivación de la mayoría de las personas que están involucradas en estos proyectos.

Al respecto, Alonso Verdugo sugiere que ¿debemos ser más conscientes de que vivimos en un mundo interconectado, y cualquier cosa que hagamos afecta a los demás en mayor o menor grado. Debemos dejar de ser tan egoístas y al compartir la computación podemos colaborar más a la comunidad¿.

 

Cómo ser un ¿donante¿

1. Analice su conexión a Internet y la capacidad de su computador. Si no tiene conexión de banda ancha, o si su equipo no es lo suficientemente poderoso como para que le ¿sobre¿ capacidad, no se involucre en un proyecto de computación distribuida. Si no tiene estas limitaciones, decídase: las aplicaciones de estos proyectos son muy livianas y no van a ¿poner lento¿ su computador, pues solo funcionan cuando usted no esté haciendo nada.

2. Escoja el proyecto que lo motive a colaborar. Estas son las direcciones de algunos sitios que apoyan o presentan listados de proyectos: www.worldcommunitygrid.org, www.canalboinc.com, www.distributed.net, www.distributedcomputing.info y boinc.berkeley.edu.

3. Vaya al sitio web del proyecto elegido, y descargue la aplicación indicada según su computador y sistema operativo.

4. Instálela en su computador y siga las instrucciones.

5. No siempre los proyectos requieren de su colaboración, así que por momentos su PC no les aportará. Si desea ayudar permanentemente, puede tener instalados programas de varios proyectos a la vez.

Proyectos destacados
SETI@home (setiathome.berkeley.edu). Es el pionero de la computación distribuida y el más popular. Nació en 1999 en la Universidad de Berkeley (E.U.), con la meta de estudiar señales provenientes del espacio exterior ¿para encontrar inteligencia por fuera del planeta Tierra¿. Cuenta con más de cinco millones de voluntarios que analizan los datos captados por radiotelescopios.
 
Folding@home (folding.stanford.edu/spanish). Su objetivo es realizar simulaciones del plegamiento de proteínas, que sirven para comprender mejor el desarrollo de enfermedades como el mal de Alzheimer y el cáncer. Nació en octubre del 2000 y lo dirige la Universidad de Stanford (E.U.). Es el proyecto escolta de SETI@home en número de participantes.
 
– Discovering Dengue Drugs ¿ Together (www.worldcommunitygrid.org). Se trata de uno de los proyectos de World Community Grid, el cual busca hallar soluciones para esta enfermedad, que afecta a 1,5 millones de personas cada año.

Einstein@Home (einstein.phys.uwm.edu). Busca ondas gravitacionales en los datos recogidos por los observatorios Ligo, en Estados Unidos, y Geo 600, en Alemania, con el fin de encontrar estrellas de neutrones en rotación (conocidas como pulsares).

Rosetta@home (boinc.bakerlab.org/rosetta). Ayuda a los investigadores a encontrar la cura de enfermedades graves, como la malaria, el virus de inmunodeficiencia humana (HIV), el cáncer y el mal de Alzheimer.
 
– Climateprediction.net (www.climateprediction.net). Intenta, con la ayuda de miles de ¿donantes¿, producir una simulación realista de cómo será el clima del planeta en el futuro, con el fin de tomar las medidas preventivas y correctivas necesarias para prevenir la escasez del agua y los alimentos, así como la destrucción del medio ambiente.
 

Ventajas de las redes distribuidas
 – Mayor poder de cómputo: ni el más poderoso supercomputador puede competir con varios miles de equipos (PC, portátiles y hasta servidores de empresas) conectados a una red distribuida.

– Menor tiempo: las investigaciones que tienen que analizar millones de datos (por ejemplo, la del genoma humano o las de creación de medicinas), así como las que necesitan resultados rápidos (como los estudios climáticos) se aceleran notablemente con estos proyectos.

– Más almacenamiento: la cantidad de datos generados por algunos proyectos científicos es tan grande que se necesitarían miles de unidades de almacenamiento corporativo, por lo que puede salir más económico almacenarla en los discos duros de millones de donantes.

– Reducción de costos: los proyectos científicos no necesitan invertir en supercomputadores si pueden contar con el apoyo de cientos o miles de donantes. Incluso, en las empresas, el esquema de red distribuida o grid puede implementarse para que sus proyectos más complejos no requieran la compra de costosos equipos, sino que se hagan en los servidores y computadores de los empleados en horarios no laborales.

– Solidaridad: los proyectos de computación distribuida pueden contar con el apoyo de personas de distintas partes del mundo, así como de organizaciones y grupos de científicos de diferentes países; a su vez, los resultados se comparten para el bien de la humanidad y no solo para beneficio de sus creadores o de empresas.

También en Colombia
 Hoy, cualquier persona con un computador y una buena conexión a Internet puede participar en diferentes proyectos de computación distribuida. Pero además las universidades y el gobierno buscan que en el país se empiecen a generar proyectos que aprovechen la capacidad de los computadores de muchas personas.

El 4 de mayo del 2007, los ministerios de Comunicaciones y Educación, junto a Colciencias y las principales redes académicas del país (que abarcan unas 50 universidades), crearon la Corporación Renata (www.renata.edu.co), que busca impulsar y desarrollar iniciativas de investigación científica, de innovación y educación.

Entre las iniciativas sobresale la creación de Grid Colombia, una red de computación distribuida nacional, que sería una de las pioneras en América Latina. La meta es que en un par de años todas las universidades que estén desarrollando proyectos de computación distribuida hagan parte de esta gran red.

Por lo pronto, no hay detalles acerca de quiénes podrían participar en los proyectos de investigación: si solamente los estudiantes de las universidades o cualquier ciudadano que quiera aportar al desarrollo científico nacional.

¿Y los supercomputadores?
 La industria de la tecnología ha logrado grandes avances y ha construido equipos muy poderosos, conocidos como supercomputadores, que son gigantescas máquinas capaces de procesar una gran cantidad de datos rápidamente.

Los grandes centros científicos mundiales, las universidades y los gobiernos cuentan con ellos para sus principales proyectos, y cada año surgen equipos más poderosos y a la vez económicos.

Sin embargo, la necesidad de procesar datos de muchos proyectos científicos ¿como el del estudio del genoma humano¿ son tan altas que los supercomputadores no son capaces de ofrecer resultados rápidos, y además sus costos siguen siendo demasiado altos.

Por eso, a finales del siglo pasado surgieron los proyectos de computación distribuida, con la visión de que cualquier persona con un computador y una conexión a Internet podría prestar su equipo cuando no lo usara o cuando no exprimiera toda su capacidad, de tal manera que no fuera necesario contar con un costoso supercomputador, y que los resultados se obtuvieran en menos tiempo.

Así, por ejemplo, los cinco millones de ¿donantes¿ del proyecto SETI@home han procesado más información en sus primeros ocho años que la que el más poderoso supercomputador de la actualidad, el BlueGene/L, de IBM, podría procesar en una década. Y lo mejor: a menos de la décima parte del costo de un equipo de esta magnitud.

Aunque el proyecto tiene grandes equipos centrales, que envían los datos, reciben los resultados y ensamblan toda la información, el ¿trabajo sucio¿ de procesar cada paquete de datos lo hacen los ¿donantes¿ con sus computadores.

Alonso Verdugo, de IBM, dice sobre la dualidad supercomputador vs. computación distribuida, que ¿ninguno de los dos es la piedra angular, pues la mejor tecnología depende del tipo de problema o de necesidad. Por ejemplo, hay proyectos científicos o en empresas que necesitan tiempos de respuesta inmediatos, en los que un computador poderoso es lo ideal¿.
 

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