¡Felices 20, Macintosh!

  El 24 de enero de 1984 es una fecha que marcó una nueva era para la computación personal. Hasta ese día, los computadores habían evolucionado desde su nacimiento en 1981, pero seguían siendo equipos para una élite conformada por personas con las habilidades necesarias para manejar líneas de código y escribir comandos de texto en un sistema operativo como MS-DOS. El Macintosh, fabricado por Apple Computer, que acababa de fracasar con un costoso computador llamado Lisa, rompió los esquemas que se manejaban hasta entonces. Este equipo, concebido por Jef Raskin y combatido dentro de Apple por su cofundador, Steve Jobs, quien todavía apoyaba el proyecto Lisa, no sería un computador más. Fue el primero que reunió características como unidad de disquetes de 400 kilobytes (KB) de 3,5 pulgadas, monitor integrado al computador, y lo más impactante, un sistema operativo con una interfaz gráfica basada en íconos, ventanas y menús, el cual se debía controlar por medio de un ratón. Este computador, mucho más pequeño y liviano que todos los equipos existentes hasta el momento (pesaba 16,5 libras y sus dimensiones eran 35x25x27 cm.), tenía 128 KB de memoria (la octava parte de 1 MB, y el doble del popular Commodore 64 de la época), un procesador Motorola 68000 de 8 KHz, dos puertos seriales y conexión de red por puerto serial. Su sistema operativo, el Mac OS 1.0, tenía capacidades gráficas avanzadas para la época, y estaba acompañado, ¿desde la fábrica¿ por un procesador de palabra, MacWrite, y un graficador, MacPaint. El sistema operativo, las aplicaciones y las utilidades del sistema cabían en un solo disquete. Su precio, 2.495 dólares, era más accesible que el de Lisa, el otro computador de Apple, y que el de sus competidores. La única crítica concreta al primer Macintosh fue su pantalla de 9 pulgadas. Ese tamaño respondía a los objetivos del diseño, entre los que estaba romper con el formato de las grandes y pesadas cajas de la unidad de procesamiento a las que se sumaba un monitor, pero sobre todo hacer del Macintosh un computador simple, amigable y no estorboso. Pese a las críticas, la pequeña pantalla a blanco y negro era suficientemente ancha para visualizar una página de texto creada en MacWrite, con texto negro y fondo blanco (para la época los monitores eran verdes o ámbar). En esta pantallita surgió otro concepto nuevo, el del software WYSIWYG (what you see is what you get: lo que usted ve es lo que obtiene), como los procesadores de texto y las aplicaciones de diseño gráfico. Estas características hicieron del primer Macintosh un éxito tecnológico y comercial. En seis meses, Apple vendió más de 100.000 unidades, una cifra que superó todas las expectativas de la época. El Mac empezó a granjearse una buena fama, y muchos de sus usuarios se convirtieron en fanáticos. Propios y extraños -aún los mayores críticos de Apple- reconocen que el Macintosh transformó la computación personal e inspiró a otras compañías para hacer del cómputo algo accesible para la gente. Después del Mac OS 1.0 surgieron sistemas operativos gráficos que siguieron el camino. Commodore lanzó el Amiga 1000 en 1985, y meses antes Microsoft, tras dominar el mercado con DOS, lanzó la primera versión de Windows. Aunque a finales de los 80 Apple demandó a Microsoft por copiar elementos de su sistema operativo, sólo diez años después, con Windows 95, los PC tuvieron todas las características gráficas que ofrecían los primeros Macs. Los años difíciles Durante sus 20 años de vida, el Mac ha tenido una evolución al estilo de las montañas rusas, con equipos que superaban a sus competidores del mundo Windows, y con otros que fracasaron estrepitosamente. Lo mismo ha ocurrido con las decisiones corporativas de Apple: las de los primeros años, y las de los últimos seis, han sido en general acertadas, pero en los años 90 se cometieron errores que salieron muy costosos. La decisión de Apple de no licenciar su sistema operativo, es decir, de no permitir que otros fabricantes produjeran clones del Mac, llevó a la compañía desde sus primeros años a nichos de mercado como el del diseño gráfico. Entre tanto, a los pocos años de producir su primer PC, IBM debió afrontar la competencia de compañías como Compaq y Dell, que tomaron las bases del PC y empezaron a fabricar clones de bajo costo, lo cual ayudó a bajar el precio de los computadores con MS-DOS y Windows e incrementar las ventas. Así, en los primeros años la participación de Apple en el mercado alcanzó los dos dígitos, y a mediados de los 90 bajó al 9 por ciento. Esto llevó al presidente de Apple en ese entonces, Gil Amelio, a tomar una medida desesperada: licenciar el sistema operativo Mac OS y permitir la fabricación de clones. En tres años, ‘cloneros’ como Motorola, Umax y Power Computing no lograron aumentar la participación del sistema operativo frente a Windows, pero en cambio sí superaron a los Macs originales en precio y características. El resultado fue catastrófico: del 9 por ciento el Mac bajó a menos del 3, y los rumores acerca del fin del Macintosh y de Apple nunca tuvieron bases más sólidas. El Macintosh estaba en dificultades. Había dejado de ser un computador más poderoso que los PC, su precio era más elevado, su sistema operativo había sido equiparado por Microsoft con Windows 95 y Windows 98, y Apple estaba en peligro de muerte. Muchos de los fanáticos del Mac se sentían abandonados. iMac: la resurrección Cuando los fabricantes de PC casi celebraban la muerte de Apple, y los medios de comunicación tenían preparados los obituarios, la compañía decidió comprar a NeXT Computer, fabricante de unas poderosas estaciones de trabajo y de un sistema operativo considerado como futurista. Lo interesante es que NeXT había sido fundada por Steve Jobs, cofundador de Apple, y la compra implicó su regreso. Pocos meses bastaron para que Jobs marcara su territorio y volviera a liderar a la moribunda Apple. Cuando menos se esperaba, Steve Jobs anunció un extraño computador con carcasa de plástico de color azul verdoso (bondi blue), con la pantalla incorporada como la del primer Mac, sin unidad de disquete y sólo con puertos USB, inventados principalmente por Intel pero subutilizados por los fabricantes de PC. Las reacciones no se hicieron esperar: un computador sin disquete, decían los expertos, estaba llamado al fracaso; sin puertos antiguos o de legado, como seriales, paralelos y SCSI, no tendría periféricos y sería un estorbo; sin color beige, como el 99 por ciento de los PC, parecería un adorno o un juguete. Lo cierto es que el iMac, que se empezó a vender desde agosto de 1998, no sólo representó la resurrección del Mac y de Apple, sino que marcó el rumbo de la industria de los computadores con algunas de sus innovaciones, e impulsó el negocio de dispositivos como impresoras y escáneres. El iMac, que tenía un precio de 1.299 dólares (casi la mitad de su más ilustre antecesor, el primer Mac), se convirtió de inmediato en un éxito en ventas. Cada trimestre, y casi durante sus dos primeros años, las estadísticas de ventas en Estados Unidos mostraban al iMac como el computador más vendido, y a la nueva Apple, Inc. alcanzando el cuarto o quinto lugar en ventas totales de computadores. En sus primeros 32 meses se vendieron cinco millones de iMacs, con lo que este modelo se convirtió en el computador más vendido de la historia, según Apple. De allí en adelante es historia: Steve Jobs se convirtió en el ídolo de miles de fanáticos de Apple y el Mac, Apple volvió a tener números negros en su contabilidad y se convirtió en uno de los pocos fabricantes de computadores en ser rentable, y recobró su lugar como empresa innovadora e impulsora de nuevas tecnologías. Así, por ejemplo, los Macintosh fueron los primeros en tener puertos FireWire, de alta velocidad; los Macs portátiles son los pioneros en tener Wi-Fi incorporada, cuando en 1999 se anunció la tecnología AirPort, y también los primeros en tener la nueva versión de Wi-Fi (802.11g), con su tecnología AirPort Extreme; su sistema operativo Mac OS X, basado en Unix, tiene características de seguridad y funcionalidades reconocidas, y el Macintosh es de nuevo un ejemplo de buen diseño industrial y alta calidad técnica. Esto no significa que todo haya sido color de rosa para Apple y el Mac en los últimos años, pues ha habido equipos que no han funcionado, como el Mac Cubo, y la participación en el mercado no se ha incrementado a los niveles de los años dorados y aún no supera el 5 por ciento mundial. Pero ya pocos se atreven a predecir la muerte de Apple, y la compañía, aunque se ha diversificado y ha entrado en negocios como la música, se mantiene fiel al legado del primer Mac: la innovación y la facilidad de uso. El comercial de 1984 El Super Bowl (la final del torneo de fútbol americano) es el acontecimiento deportivo más esperado y con mayor audiencia en Estados Unidos. Pero el Super Bowl XVIII, jugado el 22 de enero de 1984, no es recordado por la contundente victoria de Los Angeles Raiders sobre los Redskins de Washington por un marcador de 38-9. Durante un descanso del partido, se presentó uno de los comerciales más exitosos y premiados de la historia, realizado por el director de cine Ridley Scott (Blade Runner, Gladiador). En este, el Gran Hermano del libro 1984, de George Orwell, da órdenes a un grupo de trabajadores instándolos a obedecer y ceñirse a las reglas, hasta que una atleta irrumpe en el teatro con un martillo olímpico y rompe la pantalla. El comercial, titulado igual que el libro de Orwell, anunció ante 96 millones de televidentes el lanzamiento del Macintosh, con la siguiente frase: ¿El 24 de enero, Apple Computer introducirá el Macintosh. Y tú verás por qué 1984 no será como 1984’¿. Con su mensaje de rebeldía y autonomía, la atleta reflejaba la fe de Apple en el potencial de la informática como un instrumento para dar poder a la gente y apoyarla en su creatividad. El martillo representaba al Mac que rompería la hegemonía del IBM PC. El comercial original, que ha ganado numerosos premios y está entre los mejores en los rankings publicitarios en Estados Unidos, se puede ver en Internet, en esta dirección: www.uriah.com/apple-qt/1984.html. Como celebración de los 20 años del Mac y del propio comercial, Apple lo actualizó digitalizando la imagen de un iPod en la pantaloneta de la atleta. La versión actualizada está disponible en www.apple.com/hardware/ads/1984. ]]>

Mauricio Jaramillo Marín

Mauricio Jaramillo Marín

En los últimos 14 años he cubierto y vivido las transformaciones que la tecnología e Internet han traído a nuestra vida cotidiana y a campos tan importantes como la educación, la cultura, el entretenimiento, la salud, la economía y la productividad empresarial. La tecnología, pues, ya cambió el mundo, y lo seguirá haciendo. Pero depende de nosotros –los periodistas y difusores de esta información, así como los usuarios intermedios y avanzados– que nuestras sociedades la aprovechen al máximo.
Por eso, soy un apasionado de la tecnología, de probar software, hardware y servicios web, pero también de ayudar a que más personas le saquen provecho, ya sea dando talleres por Latinoamérica sobre Internet o tecnología aplicada en diferentes campos, o generando contenidos que aporten a un mejor entendimiento de estos temas.
Todo esto hace que me ilusione ENTER.CO: porque lo veo como un canal no solo para informar y entretener, sino también para educar y motivar a más colombianos y latinoamericanos a que se interesen y aprovechen mejor las herramientas que ya tienen a su alcance, y así, para que estas realmente les ayuden a mejorar sus vidas.

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