El mercado de los celulares plegables cerró el tercer trimestre de 2025 con una señal difícil de ignorar. La categoría dejó de moverse en el terreno de los productos aspiracionales y empezó a ganar peso real dentro de la industria. Los envíos crecieron 14% frente al año pasado y alcanzaron el nivel más alto desde que existen estos dispositivos. Aunque todavía representan solo el 2,5% del mercado mundial, el ritmo de crecimiento demuestra que la idea del plegable ya superó la fase de prueba y entró en un momento en el que la demanda avanza con fuerza y sin necesidad de empujones artificiales.
El gran ganador del trimestre fue Samsung, que volvió a demostrar que su estrategia de iteración constante rinde frutos. El Galaxy Z Fold7 impulsó buena parte del crecimiento global gracias a mejoras visibles para el usuario final: un marco más delgado, menos peso, una bisagra más resistente y un pliegue menos notorio. En un segmento donde la percepción de fragilidad sigue siendo la principal barrera de compra, Samsung entendió que cada milímetro importa.
A eso se sumó el lanzamiento del Galaxy Z TriFold, un dispositivo aún experimental, con producción limitada, pero totalmente estratégico. Samsung no buscó ventas masivas, sino enviar un mensaje claro antes de la llegada del mayor rival que tendrá la categoría en toda su historia: Apple, cuyo primer plegable está previsto para la segunda mitad de 2026. El TriFold funciona como un laboratorio en manos reales, diseñado para validar ingeniería, durabilidad y software antes de entrar a una nueva carrera tecnológica.
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Fuera del universo Samsung, Huawei mantuvo un avance firme con su serie Mate, especialmente en mercados donde ya opera con independencia tecnológica. Motorola vivió su mejor momento en años gracias a los Razr 60, que combinaron precios más accesibles con un diseño que recuperó identidad propia. HONOR y vivo también contribuyeron con líneas renovadas, aunque con presencia más localizada.
La fotografía competitiva muestra un mercado que se está expandiendo, pero también endureciendo. La categoría terminará 2025 con un crecimiento cercano al 15%, impulsado por usuarios premium que migran hacia pantallas grandes para productividad móvil, consumo multimedia y multitarea asistida por IA. Sin embargo, la verdadera ruptura llegará en 2026, cuando la combinación de paneles más delgados, bisagras optimizadas y experiencias de software inteligentes vuelva a elevar la vara tecnológica.
Y ahí entra Apple. Su entrada no solo atraerá a usuarios de iPhone que han ignorado los plegables por falta de alternativas confiables; también obligará a los competidores a diferenciarse de manera radical. De hecho, ya se ve una transición hacia formatos más allá del “libro clásico”. Samsung dio el primer golpe. Otros se alinean.