La caída global de Amazon Web Services (AWS) del pasado 20 de octubre paralizó buena parte de la vida digital del planeta. Durante varias horas, más de 100 plataformas dejaron de funcionar, desde sistemas bancarios hasta redes sociales, lo que se tradujo en más de ocho millones de reportes de fallos y pérdidas económicas estimadas en más de 75 millones de dólares por hora.
El apagón digital tuvo eco en Colombia: los servicios de Bancolombia y Nequi registraron fallas, los pagos electrónicos se interrumpieron y miles de usuarios quedaron desconectados de su dinero. Lo que pareció un problema técnico terminó revelando una dependencia profunda de las grandes nubes internacionales que sostienen el funcionamiento de la economía digital.
Hoy la pregunta ya no es qué falló, sino qué tan preparados estamos para el próximo colapso.
“Cuando un error en Estados Unidos puede detener una transacción en Bogotá o dejar sin conexión a una universidad en Medellín, la preparación no es una opción: es supervivencia digital”, explica Óscar Ríos, gerente general de Conexcol, empresa especializada en servicios en la nube en Colombia.
Un fallo global con consecuencias locales
La caída de AWS, la nube más grande del mundo, dejó claro que incluso la infraestructura más robusta puede apagarse. Los sistemas financieros, las tiendas en línea y las aplicaciones de mensajería quedaron en pausa, mostrando lo frágil que puede ser la vida digital cuando depende de un solo proveedor.
El episodio encendió las alarmas sobre la concentración de poder tecnológico: tres empresas —AWS, Microsoft Azure y Google Cloud— controlan más de dos tercios de la infraestructura que sostiene internet. Si una falla, la onda expansiva alcanza a millones de personas y negocios en cuestión de minutos.
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Colombia, cada vez más conectada y dependiente de servicios digitales, también queda expuesta. Los bancos, las universidades, los comercios y las plataformas de pago operan en nubes alojadas fuera del país, lo que agrava el impacto de cualquier interrupción.
Además, la Ley 1581 de 2012 obliga a garantizar que los datos personales enviados al exterior tengan el mismo nivel de protección exigido en Colombia. Pero si el servidor está en otro país, los tiempos de respuesta y recuperación dependen de leyes ajenas, lo que complica el control y la seguridad.
Cinco pasos para no quedarse en pausa
Más que temerle al próximo apagón, los expertos recomiendan aprender de lo ocurrido y fortalecer la resiliencia digital. Estos cinco pasos pueden marcar la diferencia:
- Sepa dónde están sus datos. Revise en qué país se alojan sus archivos, servidores o bases de información. No todos los servicios ofrecen respaldo local.
- Priorice lo esencial. Identifique los procesos que no pueden detenerse: pagos, atención al cliente o comunicaciones internas.
- Tenga un plan B digital. Configure canales alternos de cobro, copias descargadas y respaldos locales de sus bases de datos.
- Programe respaldos automáticos. Haga copias de seguridad diarias o semanales en servidores nacionales o en otra nube independiente.
- Entrene a su equipo. Enseñe cómo actuar si los sistemas se caen: a quién reportar, cómo mantener la atención y cómo seguir operando sin conexión.
Ríos lo resume con una metáfora simple: “Guardar toda la información en una sola nube es como almacenar toda la mercancía en una sola bodega. Si se bloquea la entrada, se detiene todo”.
Ahora bien, las pymes y startups fueron las más golpeadas. Muchas dependen de plataformas alojadas fuera del país como Shopify o HubSpot, y una hora de inactividad puede significar ventas perdidas y clientes frustrados.
La resiliencia digital no requiere grandes inversiones, sino planificación y prevención. Combinar nubes globales con infraestructura local ofrece equilibrio y soporte inmediato.
Si la nube vuelve a fallar, y tarde o temprano volverá a hacerlo, las empresas con un plan de contingencia serán las únicas que podrán seguir funcionando con normalidad. No se trata solo de proteger datos, sino de garantizar la continuidad de la vida digital de un país cada vez más conectado.
Imagen: Archivo ENTER.CO
