Evaluación: Samsung Galaxy S6 edge+

Samsung Galaxy S6 edge+

A pesar de que Samsung sacó este año los mejores teléfonos de su historia, el iPhone fue el ganador de 2015. Tras años de perder mercado, Apple se adueñó de la gama alta e impidió que alguno de sus competidores tuviera buenos resultados. Esto a pesar de que este año vimos –y estamos viendo– cómo los fabricantes lanzan un teléfono tremendamente bueno tras otro.

Los recientes lanzamientos de Samsung son el primer movimiento de la temporada 2016. En una fecha inusualmente anticipada, la surcoreana mostró dos modelos de gran pantalla. La industria interpretó el movimiento como una respuesta temprana al iPhone 6s Plus, en una jugada cuyo resultado es incierto pero que, desde ya, pone el tono competitivo y voraz que veremos en los próximos meses.
Probamos uno de ellos: el Samsung Galaxy s6 edge+, un enorme teléfono de pantalla curva de 5,7 pulgadas, que mezcla las virtudes del lenguaje de diseño que la empresa estrenó este año con uno de los campos en los que siempre se ha sentido cómoda: las pantallas grandes.

¿Funciona este matrimonio? ¿Es un equipo bien ejecutado? Veamos.

Una joya

Samsung Galaxy S6 edge+
Mira su color dorado…

Por fuera, es un equipo imponente y sobrio: parece una joya. El dorado no es el color más elegante del mundo, pero aquí luce muy bien: no es demasiado ostentoso ni chillón. Samsung le atinó al punto exacto entre el brillo y el buen gusto, algo especialmente complicado para el mercado latinoamericano.

Sus curvas no solo llaman la atención. También le dan una de sus principales virtudes: hacen que los bordes laterales sean muy pequeños, por lo que la ergonomía del equipo es bastante buena. Esto es vital en un smartphone grande: como la superficie que entra en contacto con la mano es menor, el equipo se siente más pequeño de lo que es en realidad.

El resultado es notable. El equipo se acopla muy bien a la mano, tiene buen agarre y es bastante maniobrable para su tamaño. Y aunque poco lo vas a usar con un solo pulgar, cuando eso ocurra, lo podrás sujetar con firmeza.

Samsung le atinó al punto exacto entre el brillo y el buen gusto

Los smartphones cubiertos de cristal en los dos lados suelen rayarse fácilmente. Pero, hasta donde pudimos probar, el S6 edge+ salió invicto. Eso sí: no está de más tener cuidado extra. Habrá una oferta de accesorios oficiales que deberías revisar si quieres evitar incidentes. De todos modos, si se te rompe la pantalla en el primer año, Samsung te la repondrá por una vez.

Los botones capacitivos en la parte inferior –una marca de familia Samsung– funcionan bien, aunque quizás hubiera sido posible ahorrárselos para que el equipo fuera más pequeño, sobre todo cuando la pantalla es tan grande. Con tanta ‘finca raíz’, quizá unos botones virtuales que aparezcan y desaparezcan tengan sentido; pero de todos modos es difícil que Samsung renuncie a una de sus principales señas de identidad.

Su ensamblaje es inobjetable. El equipo es sólido y, al tacto, transmite una atención al detalle que hace apenas un año era impensable en los smartphones de Samsung. Todas sus piezas están en su lugar, y el contraste entre el metal de los bordes y el cristal de las caras le añade un toque ‘premium’, que combina muy bien con el tono y las ambiciones de todo el producto.

Luz y músculos

Samsung Galaxy S6 edge+
Metal y cristal.

Su pantalla es excelente, como ya es costumbre en la gama alta de Samsung. Sus colores son expresivos e intensos, lo que hace que los contenidos deban verse como se supone que fueron creados. Su resolución QHD hace que los textos y los juegos se vean finos y bien definidos, aunque los videos de baja calidad y las fotos de los sitios web se verán bastante mal. Esto no es culpa de teléfono, pero es una realidad que debe afrontar el usuario. Además se puede usar con niveles de brillo bajos, lo que le ayuda a la batería.

La pregunta aquí es: ¿tienen sentido los bordes curvos? Samsung dice que, por una parte, permiten nuevas formas de interacción con el equipo, Y por otra parte, dan una mayor profundidad en el consumo de videos y de juegos.

La verdad, hoy hay pocos usos para la pantalla curva: se puede activar el reloj nocturno y un acceso rápido a las apps y contactos favoritos del usuario. Nada de esto es demasiado novedoso y, en realidad, no es que le vaya a cambiar la vida a nadie.

La curva podría ser usada de manera más creativa

Sobre la profundidad, la diferencia tampoco es enorme. La curva sí permite que el consumo de contenidos sea un poco más inmersivo, pero es un detalle. La excelente pantalla se luce en todo momento, pero las curvas no son de vida o muerte. Falta que los desarrolladores de apps aprovechen la curvatura de la pantalla para sacarle más jugo a la innovación de Samsung. Y esto solo pasará cuando haya una masa crítica de equipos en el mercado que tengan esa característica.

Como todos los gama alta de Samsung, la apuesta es por maximizar el rendimiento con más músculos. Y eso sí: el equipo es muy rápido y destroza los benchmarks. Pero, de vez en cuando, se caía con una aplicación sencilla, o en un proceso que cualquier equipo ejecuta sin problema. No era algo frecuente, pero sí muestra que el fabricante no ha superado del todo los problemas de software que arrastra hace años.

A pesar de esto, la mejora en su sabor de Android ha sido notable. Además de la interfaz que ya habíamos visto en los primeros S6, más limpia y acorde con el diseño material, este equipo tiene una mejora silenciosa pero importante en la pantalla partida.

Ahora es compatible con muchas más aplicaciones, aunque no con todas. Más importante aún: entre ellas hay algunas muy populares que no son desarrolladas por Samsung ni por Google, como WhatsApp o Twitter. Aunque lo ideal sería que todas las apps pudieran ser usadas así –y no solamente algunas de ellas–, Samsung va por buen camino.

La (buena) misma cámara del S6

Samsung Galaxy S6 edge+

La cámara está bastante bien, aunque no avanza demasiado con comparación con la de los primeros S6. En exteriores se comporta muy bien y es muy rápida. En interiores también hace la tarea y maneja la luz de forma correcta. Con poca luminosidad, normalmente toma fotos bien expuestas y no muestra mucho ruido.

También tiene un modo ‘pro’ que permite cambiar la velocidad de exposición y la sensibilidad a la luz (el ISO), lo que permite un mayor control creativo. Es un avance, pero lo ideal hubiera sido una opción para manejar también el diafragma. Esto es algo que ya está en otros Android de gama alta, e incluso en los Lumia más poderosos de hace un par de años.

Su estabilizador de video funciona bastante bien: sí logra que las grabaciones en movimiento queden un poco más fluidas, y que las hechas a mano sean mucho más estables. Tiene modos de video en cámara lenta y cámara rápida, pero consumen demasiada batería y no es recomendable que los uses todo el tiempo.

Estas son algunas fotos que tomamos con el equipo. Juzguen ustedes mismos:

Samsung Galaxy S6 edge+ Samsung Galaxy S6 edge+ Samsung Galaxy S6 edge+

La pila no da la talla

La batería de 3000 mAh es la única desilusión seria que nos llevamos con el Galaxy S6 edge+. En un día exigente no nos dio sino 21 horas, y unas 30 en fin de semana.

Se entiende que Samsung le apostó a la rapidez de la carga antes que a la capacidad de la pila: ésta queda cargada en menos de tres horas con un cargador estándar, y en menos de dos con el cargador rápido que está incluido en la caja. Pero, con tanto espacio para poner una batería más grande, sí se esperaba más de este equipo en esta área.

La pila no brilla tanto como el resto del equipo

Además, el equipo puede perder bastante energía con tareas exigentes, como grabando video o incluso viendo contenidos en HD en Netflix o YouTube. Samsung debería preocuparse un poco más por mejorar la eficiencia energética de sus equipos, lo que le daría mucho más brillo a una parte de la experiencia que desluce en comparación con las demás.

¿Y entonces? (Lee esto si no tienes tiempo para leer 1.300 palabras)

Samsung Galaxy S6 edge+
¿Qué hora es?

El Samsung Galaxy S6 edge+ es un equipo bastante completo. Con un exterior fino y atractivo, una pantalla excelente y una entrañas poderosas, casi no se le puede pedir nada más. Lástima que la pila no esté en el mismo nivel de excelencia.

La curva, su gran argumento, tiene mucho sentido en el diseño exterior y en el agarre del equipo. Pero su funcionalidad aun es incipiente y Samsung debería impulsarla más.

Con todo, quizás el Samsugn Galaxy S6 edge+ es el mejor Android de gran pantalla que hay hoy en nuestro mercado, al menos en cuanto a diseño y prestaciones. Pero su elevado precio quizás vaya a ser una barrera demasiado alta: es un equipo muy bien logrado, que debería ser más popular de lo que va a ser.

Imágenes: ENTER.CO

José Luis Peñarredonda

José Luis Peñarredonda

Un día me preguntaron sobre mis intereses y no supe por dónde empezar. Decidí entonces ponerlos en orden y dibujé un diagrama de Venn para agruparlos a todos: Internet, cine, periodismo, literatura, narración, música, ciencia, fotografía, diseño, política, escritura, filosofía, creatividad... Me di cuenta de que en toda la mitad de ese diagrama, en el punto en el que todos estos círculos confluyen, está la tecnología. Eso me llevó a ENTER.CO. Estudié Periodismo y Filosofía en la U. del Rosario. PGP: http://bit.ly/1Us3JoT

View all posts

Archivos