Si somos honestos, hasta hace unos años pocos esperaban (o querían) una película de Pantera Negra. En comparación a otros héroes del universo de Marvel, el rey de Wakanda era un Vengador que, por lo menos en este lado del hemisferio, era desconocido por muchos fans de las películas. Pero, ahora que a Hulk, Iron Man y el Capitán América se les están agotando sus contratos, el estudio se vio en la necesidad de comenzar a buscar entre sus filas de enmascarados a aquellos que representen la siguiente generación de su universo cinematográfico.
‘Pantera Negra’ (‘Black Panther’) llega producto del éxito que tuvo la aparición del héroe durante ‘Capitán América: Guerra Civil’ (‘Captain America: Civil War’). El estudio encontró en el enmascarado el potencial para dejarlo correr sin la ayuda de otros héroes más populares. También sirvió para acallar las quejas sobre la falta de diversidad en su universo. La mayor duda era si Marvel podría sacar de las páginas de los cómics una película que no pareciera el relleno mientras esperamos ‘Infinity War’.
Killmonger es un villano que es fácil de entender y tiene profundidad
Pero ‘Pantera Negra’ demuestra que el héroe tiene lo que se necesita para triunfar en esta cartelera saturada de Vengadores. Su villano es uno de los mejores, sino el mejor, que ha salido del universo. Es una cinta que no abusa del humor o se apoya en la popularidad de otros héroes para impulsar a su protagonista. Incluso si su historia tiene una serie de fallas y es tan cliché como se puede pedir, Marvel consiguió salir invicto de esta prueba de fuego.
¡Sí! ¡Así se hace se hace un villano!
Lo idóneo es comenzar por la que, sin duda, es la mejor parte del filme: su villano. Marvel tiene un problema con los némesis de sus héroes, que en el mejor de los casos son apenas memorables (si no me creen, ¿cómo se llama el elfo de ‘Thor: Mundo Oscuro’?). El estudio no sabe entregar enemigos que brillen tanto como sus protagonistas. Por eso, lo lógico sería suponer que en el caso de un matón de clase B como Erik Killmonger no hay mucho que esperar. Esta es una de esas ocasiones en las que agradecemos estar equivocados.
Killmonger es un villano que es fácil de entender y tiene profundidad. Sus acciones no solo se justifican a lo largo del filme, sino que tienen bases sólidas. De alguna manera recuerda a figuras históricas como Malcolm X (activista defensor de los derechos de los afroamericanos en la década de los 60). Esto está apoyado por una serie de momentos que crean empatía con el villano y lo hacen parecer humano.
Michael B. Jordan brilla con una actuación que entrega al mejor nemesis en la historia del universo cinematográfico de Marvel, desplazando al Loki de Tom Hiddleston. Consigue combinar a un asesino de sangre fría con un hombre desesperado por cumplir una misión y una meta. Sus diálogos son impresionantes y hasta el último momento del filme se roba la atención.
La historia de ‘Pantera Negra’ no es a prueba de balas
Es una pena que Killmonger se desaproveche en una historia que toma tan pocos riesgos. ‘Pantera Negra’ no se desvía mucho del modelo de otros filmes de superhéroes. Tienes la típica historia de aventura con una dosis limitada de sorpresas. Este un pecado que el público ha llegado a perdonar al género. Pero, para aquellos más prevenidos, la aclaración es importante: en lo que a trama respecta, ‘Pantera Negra’ pasa por completo desapercibida.
Esta falla solo resalta más cuando te pones a pensar en los diversos problemas de su historia. Basta reflexionar un poco sobre la trama para darse cuenta de los agujeros y fallas de lógica en algunos de sus personajes. El primer acto de la cinta contradice por completo el segundo y te hace cuestionar si la película no pudo ser 40 minutos más corta (o pudimos tener más Killmonger).
De hecho, la historia de T’challa es más bien blanda. Basta reflexionar unos minutos para darnos cuenta que solo se modifica un poco los orígenes de Iron-Man: un hombre en una situación de poder que se da cuenta de la importancia de cambiar el legado de su familia. Esto, con trajes especiales y mucha tecnología incluida. Quizás por esto la primera mitad de la cinta se siente algo lenta e incluso puede aburrir a momentos.
Pocos ‘marvelismos’
Uno de los elementos que sorprende de ‘Pantera Negra’ es que el estudio no se pegó de sus elementos más comunes para hacer funcionar el filme. La comedia, por ejemplo, es más bien limitada (al menos si la comparamos con ‘Thor: Ragnarok’ o ‘Spider-Man: Regresando a Casa’). No quiere decir que los chistes no falten, pero al menos no son el centro de la cinta ni el elemento que la hace funcionar. Lo que se agradece, pues ‘Pantera Negra’ necesitaba otro tono que la acercara más al género de acción que de comedia.
Esta es la película del rey de Wakanda y él no permite que le roben el trono que le pertenece.
También sorprende que el estudio no utilizara alguno de sus otros héroes para impulsar el filme. ‘Pantera Negra’ sobrevive sin la aparición de Iron-Man o el Capitán América. Esta es la película del rey de Wakanda y él no permite que le roben el trono que le pertenece. La cinta evita el uso de ‘trucos baratos’ para captar nuestra atención. En cambio, se enfoca en vender el asombroso mundo que propone.
Porque en ‘Pantera Negra’ hay muchos nombres por conocer. La película integra una serie de personajes que sin duda están a la espera de regresar al campo de batalla. Shuri (Letitia Wright), Everett (Martin Freeman) y Okoye (Danai Gurira) se roban la atención tanto como el protagonista.
Un héroe afroamericano
Despejemos el debate. No, ‘Pantera Negra’ no es la primera película de héroes afroamericanos, ni siquiera de Marvel. Quizás muchos no conozcan la trilogía de ‘Blade’, pero el caza vampiros contó con un saga protagonizada por Wesley Snipes. De hecho, sus dos primeros filmes resultan entretenidos (al menos si consideramos el presupuesto invertido en ellos). Dicho eso, ‘Pantera Negra’ es la primera película de héroes que maneja de manera magistral el tema de la raza.
La película logra integrar este elemento en varias esferas. Me encantó ver cómo el equipo buscó maneras de fusionar los elementos africanos tradicionales con la tecnología y ciencia ficción de Wakanda. Esto creó un espacio en el que lo místico y la ciencia parecían convivir, un espacio mitad tradición e innovación. La creatividad expuesta es un elemento que logrará hacer que más de uno pase un buen rato en el teatro.
A esto se suma una temática profunda que se pregunta por los deberes con la raza. Algunos de los personajes en ‘Pantera Negra’ incluso llegan a expresar elementos de xenofobia (mesurado para una película familiar). Sus personajes hablan de discriminación, pero en algunos momentos se preocupan solo por ‘su gente’. Al momento de hablar de razas y colores de piel hay muchas cosas que pueden salir mal. Pero ‘Pantera Negra’ logra respetar el tema e incluso iniciar un interesante debate. Todo esto sin perder de vista que es un filme de héroes y que su principal deber es entretener.
Imágenes: Marvel Cómics.