Aunque su anterior temporada casi no me gustó, tengo que decir que hice las paces con ‘Orange is the New Black’, gracias a esta extraordinaria cuarta parte, la cual estuvo llena de drama, conflicto, historias desgarradoras y nuevos personajes, lo que la convierten en mi temporada favorita de toda la serie; porque si bien la primera siempre será ‘la reina’, tengo que decir que en esta nueva tanda de episodios se ve claramente la evolución de sus personajes y todo lo que ha madurado el show, convirtiéndolo en uno de los mejores productos de entretenimiento de la televisión actual.
Aquí, las cosas que critiqué de la temporada pasada se olvidan por completo y siento que todo lo malo de la tercera, como las historias aburridas, los capítulos lentos o esa sensación de que la serie no llegaba a ninguna conclusión, se explica con todo lo que pasó en esta cuarta.
Como suele pasar con las evaluaciones de series, no haré ningún ‘spoiler’ de la cuarta temporada, pero para algunos momentos será inevitable no referirme a hechos específicos de las temporadas anteriores.
Atando cabos
La tercera temporada de ‘OITNB’ fue necesaria para la gran parte de cosas que pasaron en la cuarta. Todos esos episodios aburridos, de relatos inconclusos y que no parecían tener una razón de ser, se resuelven en esta temporada, pues de hecho el show empieza exactamente en la misma escena con la que se despidió el año pasado. Esos trece episodios difíciles de llevar se convirtieron en una especie de ‘disparador’ de toda la narración de estos nuevos episodios. Las consecuencias de esas escenas las podemos ver claramente en esta temporada, lo que le da mucho más sentido y peso a la historia.
La escena del lago de la tercera temporada, la cual destaqué mucho como uno de los pocos momentos en que el show llegó realmente a conmoverme, se retoma en esta nueva temporada para dar inicio a todos los cabos que habían quedado abiertos y en donde realmente podemos encontrar un cierre y e incluso una conclusión global de la historia.
Esto no quiere decir que la cuarta temporada haya terminado sin dejar cosas por resolver. Eso se mantiene, pero como espectador sí puedes sentir que hay una especie de cierre. Aunque debo decir que en contra le juega que sí hubo algunas historias, que me parecían fundamentales, pero a las que nos les dieron ningún tipo de cierre verdadero. Pero bueno, hay vienen tres temporadas más, en donde seguro puedan darles la importancia que merecen.
En esta temporada, las latinas son el grupo de personajes que más sobresalen, dada la llegada de nuevas reclusas de República Dominicana. Ahora, son ellas las que son mayoría en la prisión de Litchfield, y por eso, quieren ser las que mandan. Eso desatará múltiples conflictos, los cuales se convertirán en el eje central de toda la temporada. Sin embargo, quiero resaltar las historias de Suzanne, Poussey, Piper y Lolly, quienes definitivamente serán las que mantengan los picos más dramáticos en esta temporada.
Una balanza que se inclina más hacia el drama
Una de las características típicas de ‘OITNB’ es que es una serie difícil de definir, siempre se tambalea entre la comedia y el drama, y aunque generalmente le gana la comedia, esta cuarta temporada es la más dramática de todas. En las nominaciones de los premios Emmy o los Golden, esta serie varía en la categoría en la que la nominan. A veces es comedia, a veces es drama; este año, probablemente gane el drama.
Hay episodios dolorosos, hay mucha violencia y sobre todo, hay demasiados conflictos que enfatizan una de las grandes lecciones de esta serie: no todos los problemas pueden verse en ‘blanco o negro’ y detrás de cada crimen, cada muerte o cada atropello, tiene que analizarse más a fondo y ver todas las circunstancias que llevaron a ‘x’ personaje a hacerlo. Esto, por ejemplo, es una de las lecciones más crudas que nos deja el show (y que incluso sigo sin terminar de digerir muy bien) con el caso de la violación de la que fue víctima Pennsatucky la temporada pasada.
Lo cierto es que no podemos definir a los personajes de ‘Orange’ como ‘malos’ o ‘buenos’, sino simplemente como humanos, que se equivocan, luchan, lo vuelven a intentar y simplemente quieren sobrevivir en ese lugar hostil en el que viven, que tienen un pasado y que muchas de sus reacciones en el presente son producto de esa historia ‘detrás’ que no conocemos, algo que fácilmente también pasa en la vida real.
‘¡Black Lives Matter!’
El racismo siempre ha sido una constante en la serie, sin embargo, creo que es hasta esta temporada que realmente se logra transmitir un mensaje profundo y consciente de esos devastadores casos en los que la vida de los negros no importan. En esta temporada, hay un claro tributo a Eric Garner, un hombre que en julio de 2014 murió ahogado por un policía blanco en Staten Island, haciendo eco a un movimiento más grande llamado ‘Black Live Matters’, el cual quiere luchar por la igualdad y el reconocimiento de derechos de las personas negras.
En esta temporada de ‘OITNB’, este tema se explora desde el humor con la llegada de un nuevo personaje (Judy King), pero también desde un costado mucho más sensible, en donde al final, el sistema, los estereotipos de la sociedad y los personajes individuales son todos culpables de esto.
Me gusta mucho cómo la ‘cultura pop’ ha servido como instrumento en los últimos años para dar a conocer este tipo de episodios, que a veces no tienen tanto eco en la prensa tradicional y que gracias a series como ‘Orange’, o a álbumes como ‘Lemonade’ de Beyoncé, podemos conocer y rendir tributo a las víctimas de estos crímenes.
Rasgos que se mantienen
Hay rasgos del show que se mantienen y que la definen como serie. Dos elementos que siempre destaco, que me encantan y que en esta temporada funcionaron muy bien fueron, en primer lugar, los famosos ‘flashbacks’, en los que podemos salirnos de ese caos de la prisión para conocer el lado más humano de los personajes, viajando hacia su pasado y descubriendo los motivos o las razones por las que en el presente de la serie están pagando una condena o son como son.
Y segundo, el humor con el que a veces se muestran algunas situaciones. Las referencias a Obama, Beyoncé, Jay Z, Kanye West y todos estos nombres de la cultura popular nos dan un respiro en medio de tantos episodios dolorosos y difíciles de digerir como espectadores.
Súper recomendada
Estoy feliz de que ‘Orange is the New Black’ haya regresado. No solo porque pude reconciliarme con la serie y volverla a amar como sus primeras dos temporadas, sino porque realmente veo un producto cada vez más sólido, que aborda temas crudos y que no teme en decir lo que nadie está hablando. Su creadora, Jenji Kohan, y quienes escriben la serie, realmente están dándolo todo con un producto original y muy bien hecho.
Como plus, me encantó que invitaran al creador de ‘Mad Men’, Matthew Weiner, a dirigir uno de los episodios de esta cuarta temporada. Así que si no están al día, o se decepcionaron con la tercera y no quieren seguir, recomiendo darle una nueva oportunidad.
Imágenes: Netflix.