Guy Ritchie y el rey Arturo son sin duda una combinación interesante. En una época plagada de remakes la idea de una versión moderna de esta leyenda es una espada de doble filo. Por un lado, el desgaste de la leyenda es visible. Por otro, este año nos ha demostrado que es posible innovar con los clásicos y darles un giro que emocione y guste.
La primera advertencia sobre ‘King Arthur: Legend of the Sword’ es que no es una película pensada para los críticos. Esta es una excusa que a menudo se usa para justificar malas elecciones en la pantalla grande, pero en el caso de la cinta es la mejor frase que la puede describir: es ruidosa, llena de acción y de divertidas escenas. Pero también es tan hueca como un filme de Michael Bay.
Es una espada de doble filo porque Guy Ritchie logra plasmar su estilo en la historia, logrando un filme más ‘gángster’ del rey Arturo, pero ese intento se ve combinado con una historia que carece de todo sentido. Cuenta con espectaculares efectos especiales, pero también peca de una sobredosis de efectos visuales que ahogan la cinta. Es divertida y llena de acción, pero sus protagonistas son vacíos y no evolucionan en ningún momento. El resultado es algo así como un ‘Transformers’ que toma lugar en Camelot.
La espada en la piedra versión Guy Richie
‘King Arthur: Legend of the Sword’ es una película cuyo mayor atractivo se encuentra en ritmo y acción. Las escenas ocurren de manera vertiginosa, en una secuencia que busca mostrar más que contar. Esto se combina con un estilo de historia que busca diálogos más cercanos a una cinta de pandillas inglesas que a una historia épica de la Edad Media.
Los diálogos también tienen la marca del director. Respuestas rápidas y comentarios sarcásticos. Una historia que no se cuenta de manera lineal todo el tiempo, sino que salta a momentos para enfrascarse en la trama principal. También es un enfoque menos ‘heroico’ del personaje, con una historia que combina humor y acción en buenas dosis.
Colosas batallas digitales
Por alguna razón ‘King Arthur: Legend of the Sword’ recuerda los escenarios de algunos juegos modernos. Su entrada despierta ecos de ‘Shadow of the Colossus’ mientras que otra escena más adelante recuerda ciertos mapas en ‘Dark Souls 2’.
‘King Arthur: Legend of the Sword’ busca crear un escenario épico y colosal. Desde su inicio te impacta con asombrosas escenas que involucran mamuts gigantes, lobos enormes y guerreros infernales. Esto desencadena en dos cosas: primero que gran parte de la película tenga una cubierta de CGI en cada momento importante crucial del filme. Es, de hecho, una película que se apoya más en lo visual que en su historia.
Pero esto también sobrecarga ‘lo asombroso’. Algunas escenas son dolorosamente plásticas y ahogan la tensión que se busca. Y el problema es que a momentos esa magia de asombro que la película quiere encontrar se pierde en escenas que evidentemente son hechas en CGI
Acción sí, pero no mucha historia
‘King Arthur: Legend of the Sword’ no es una película que ponga mucha atención en su historia. La motivación de los protagonistas cae una y otra vez en los clichés. El drama que busca lograr se pierde en una serie de acciones que no cuentan con sentido. El clímax se siente forzado y los motivos que llevan al enfrentamiento final son una serie de ‘Deus Ex Machina’ a los que no vale la pena echarle mucha cabeza. El protagonista no presenta ninguna evolución a lo largo del filme, ni es clara la razón por la que en un momento quiere o no ser el portador de Excalibur.
En resumen, la trama está llena de agujeros y sinsentidos. La fortuna es que la cinta también entrega suficientes dosis de acción para olvidar los problemas en su historia. El ritmo es consistente y siempre entrega nuevos momentos impresionantes de peleas (incluso si estos son aplacados por la falta de tensión en los mismos). El hecho de que la historia sea tan simple también facilita seguir esa acción a todo momento.
‘King Arthur: Legend of the Sword’: la leyenda versión moderna
Es claro que esta cinta se realizó con el propósito de crear una saga de películas. La historia y personajes que entrega buscan vender un filme de acción que compita con franquicias ya establecidas. Es también una película que no busca ser inteligente o hacer homenaje a las historias clásicos. El folclore de la leyenda del rey Arturo se ve simplificado a una historia que narra los eventos previos en una serie de cortos flashbacks y no se enfoca mucho en dar sentido al mundo que crea.
Cuando decimos que es una versión moderna, lo hacemos con el sentido de afirmar que es una versión más ‘light’ de anteriores cintas. Es también una película que no busca o quiere cautivar a los críticos, sino al público, que es el que finalmente pagará por sus costosos efectos especiales. Es una película que entretiene, pero poco más que eso. Y eso vital que lo sepas antes de pagar la boleta.
Imágenes: Warner Bros Pictures