En estos días de superhéroes, universos interconectados y gemas capaces de cambiar la realidad, las películas de acción son un género en vía de extinción, sin mucho músculo para competir contra la maquinaría de franquicias más grandes. La única excepción es si tu nombre es Jonathan Wick y eres capaz de matar a tres hombres con un lápiz. Con dos películas, la saga protagonizada por Keanu Reeves pasó desapercibida en su estreno, pero para la llegada de su segunda cinta ya era reconocida como el mejor ejemplo de lo que una película de acción puede lograr.
‘John Wick Parabellum’ comienza justo donde la anterior cinta terminó. Después de asesinar a Santino D’Antonio en el Continental, John es excomunicado de la orden por Winston (Ian McShane). Con menos de una hora antes de que la protección y ayuda del mundo de asesinos venza, el Baba Yaga deberá escapar de una ciudad detrás de su recompensa, al mismo tiempo que acude a los planes más desesperados para sobrevivir una noche más.
La tercera película comprueba que una bala puede perforar el mismo lugar tres veces. ‘John Wick Parabellum’ es una muestra de cómo hacer una película de acción que funcione bien. Las escenas son espectaculares, con momentos hechos para sorprender hasta al más preparado. Los personajes también mantienen ese carisma y originalidad que han caracterizado a la saga, queriendo explorar más sobre su mundo. El humor también es un arma más afilada en esta entrega, suavizando un poco los momentos más lentos de la cinta. Pero ‘Parabellum’ no es a prueba de balas. Su historia tiene el problema de muchas fallas lógicas y una conclusión que dejará a algunos poco satisfechos.
Matar de manera creativa
La marca registrada de ‘John Wick’ son sus escenas de acción. Desde la primera cinta, se ha caracterizado por recurrir a momentos rápidos, sin saltos de cámara, con tiros en la cabeza y peleas cuerpo a cuerpo capaces de mostrar la letalidad del Baba Yaga. Con un presupuesto mayor, la segunda cinta pudo jugar más con la variedad de combates entregando, por ejemplo, el famoso ‘asesinato con un jodido lápiz’.
Para el asombro de todos ‘John Wick Parabellum’ sube, todavía más, la barra de calidad establecida por la película. Las escenas de acción en el filme son las mejores en la historia de la franquicia. Uno lo sabe, porque hay momentos en los que la sala entera se unifica en una expresión de admiración e incredulidad, cuando Wick despacha de las maneras más inesperadas a otros sicarios que lo superan en número. Asesinos que se funden con la oscuridad, matanzas en el lomo de un caballo o con un libro. Con un jodido libro ¿quién hace eso?
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‘John Wick Parabellum’ hace del asesinato un arte. De cada movimiento una estrategia con propósito y de cada elemento en el lugar una herramienta letal. A cada momento la cinta busca maneras de encontrar nuevas maneras creativas de matar a alguien, jugar con las armas o mostrar porque el nombre de Wick es conocido y temido por todos los asesinos de la Orden. Es la verdadera razón por la que vale la pena ir a las salas de cine para la tercera parte, solo para encontrar placer en la letalidad de su protagonista.
Buenas tardes, señor Wick
Pero no solo son las escenas de acción lo que han convertido a ‘John Wick Parabellum’ en una de las películas más esperadas de 2019. El arma de respaldo de la franquicia está en su mundo y personajes. Enigmáticos, elegantes, que ven el asesinato como una orquesta, estos son algunas de las características que hacen del Continental o el Consierge tan memorables como el mismo Baba Yaga.
En ‘John Wick Parabellum’ la tendencia se mantiene, con nuevas inclusiones que aumentan esta sensación y que siguen sorprendiendo. Sofia (Halle Berry) es una adición magnifica, que se aleja por completo de la idea de acompañante femenino de las cintas de acción, capaz de seguir el ritmo a el caos frenético que es cada batalla con Wick. The Adjudicator (Asia Kate Dillon) también sorprende con su rol, que la presenta casi como un emisario divino, inmutable y eficaz.
Pero mi favorito tiene que ser Zero (Mark Dacascos), que tiene el rol de ser el principal sicario detrás de la cabeza de Wick. No solo convence de que está a la altura de ir a codo con codo en un combate frente al Baba Yaga, sino que tiene una personalidad que termina separándolo por completo de lo que sería un ‘villano’ de este tipo en las cintas de acción tradicionales. Y estos son tan solo algunos de los nuevos personajes que introduce ‘Parabellum’. Al final, la clave sigue siendo la misma de siempre: un filme con indicios de un mundo más profundo y secreto que nos sigue atrapando.
‘John Wick Parabellum’ y una historia sin filo asesino
Yo sé. Uno no ve películas de acción por la historia. De hecho, la de John Wick no es que se destaque precisamente por estar a pruebas de balas. ¿Un sicario que entra en guerra con la mafia porque le mataron su perrito y le robaron su carro? Uno no va a ver al Baba Yaga por la lógica, sino por los tiros a la cabeza.
Dicho esto, las películas de ‘John Wick’ también se han alejado de apostar a historias simples y repetitivas. Han procurado poner su dinero a la lógica de sus personajes, definirlos y evitar que tomen rutas por el bien de alargar la historia o incluir una pelea más. También está el detalle de que, en teoría, ‘John Wick Parabellum’ es la última entrada en la trilogía del Baba Yaga, así que muchos esperan un cierre a la historia de venganza que ha ido en una espiral cada vez más destructiva para el protagonista.
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Aquí es donde ‘John Wick’ falla. La cinta tiene unos problemas de lógica que, aunque no arruinan la cinta, sí se sienten como intentos de una franquicia que se resiste a irse del todo. También falla en entregar una historia que se sienta tan a prueba de balas como en las dos entradas anteriores. Sus personajes traicionan motivaciones de la segunda cinta, lo que lastima algo del impacto de la conclusión de la anterior.
Humor: el arma escondida del Baba Yaga
Una de las ventajas de andar en la tercera cinta, es que a estas alturas John Wick es una leyenda para los espectadores, tanto como para los miembros de este mundo de asesinos. Y, como resultado, la serie no tiene miedo de usar este elemento para crear momentos en los que se burle de que su protagonista sea algo así como una celebridad por su legado.
Este sentido del humor ya lo habíamos visto en ‘John Wick 2’ y, a mi parecer, fue una de las mejores adiciones en relación con la primera cinta. Ayuda a que los momentos más lentos de la historia tengan fuerza. También es fantástico cómo su director consiguió que incluso esta ‘comedia asesina’ funcione muy bien con el tono extraño de esta franquicia.
El resultado es una película imperdible para los fans de acción. Incluso si su historia arrastra la cinta, las escenas de acción compensan por completo las fallas. Ver al Baba Yaga cazar es un placer que ‘John Wick Parabellum’ entrega a la perfección.
Imágenes: Summit Entertainment.
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