Evaluación: iPad Pro 2018

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¿Cuál es el punto medio entre un computador y una tableta? Recientemente, Microsoft lanzó un comercial de televisión en el que una niña le dice a su abuela que quiere un computador, no un iPad. La campaña, por supuesto, es una respuesta al comercial anterior de Apple, en el que otra niña hace de todo en un iPad Pro: escribe, dibuja, toma fotos, chatea, lee, hace videoconferencia… ella no sabe qué es un computador.

¿Cuál de las dos niñas tiene la razón? Luego de ‘cacharrear’ unas cuantas semanas con el nuevo iPad Pro 2018, se puede decir que al dispositivo de Apple le hacen falta algunas cosas para ser un computador; pero, definitivamente, es lo más cercano que una tableta ha estado de un PC en términos de rendimiento y funcionalidad; podríamos decir, incluso, que lo sobrepasa en aspectos relacionados con la versatilidad.

En el mundo de las tabletas, Apple cabalga en el primer lugar del mercado, lejos de la competencia. Cerró el tercer trimestre del 2018 con 26% de participación y el doble de embarques (9,7 millones) del segundo en la lista, según cifras de IDC.

El iPad Pro 2018 bien podría aumentar esta diferencia. Uno quisiera ser lo suficientemente positivo como para pensar que también significará un repunte del mercado mundial de tabletas, que está a la baja. Pero la inversión que tiene que hacer un usuario  en un iPad es alta, de manera que no se ve claramente que la gente vaya a comprarlo en forma masiva.

Pero, ¿qué es lo bueno, regular y malo de los nuevos iPad Pro, que llegaron al mercado el pasado mes de octubre? Estas son nuestras impresiones.

La apariencia del iPad es muy ‘Pro’

iPad Pro 2018

Empecemos por la forma: el nuevo iPad Pro viene en dos modelos, uno con pantalla de 12,9 y otro, de 11 pulgadas. En ENTER.CO tuvimos la oportunidad de probar el primero, el más grande, con conexión celular y 1 TB de almacenamiento. De hecho, recordemos la configuración de este modelo específico:

  • Procesador: A12X Bionic de 64 bit bits, Neural Engine y coprocesador M12
  • Cámara: 12 Mpx y 7 Mpx.
  • Sonido: cuatro parlantes (dos en cada uno de los lados más cortos)
  • Conectividad: Wi-Fi, Celular, Bluetooth, cable USB Tipo, soporte para eSim
  • Sistema operativo: iOS 12
  • Otras características: FaceID, 10 horas de batería en labores básicas y 9 si se conecta a la red celular
  • Precio: 7.749.000 pesos

Debido a que el diseño cambió –los bordes son más delgados y no tiene botón Inicio–, este nuevo iPad es un poco más pequeño en conjunto que la versión anterior que tiene el mismo tamaño de pantalla; además, tiene un grosor de apenas 5,9 milímetros. El nuevo diseño hace que se vea más grande (aunque realmente no lo sea), la experiencia al cargarlo y trabajar con él es cómoda y es muy fácil de transportar.

iPad Pro 2018

A la vista, el dispositivo se destaca por su sobriedad y elegancia. Sus bordes son completamente planos; desapareció la curva hacia la parte posterior de las generaciones anteriores. Los botones de encendido y control de volumen apenas si se destacan en sus posiciones. Ante la falta de un adjetivo más adecuado, podemos decir que el nuevo iPad tiene una apariencia más ‘ejecutiva’, en especial el modelo de color gris espacial.

Algo que llama la atención de este nuevo equipo es el peso. Podría decir que «pesa tan solo 631 gramos (633 en la versión con conexión celular)». Pero quizás la referencia sea más clara si se expresa de la siguiente manera: durante la presentación del producto, recibí el iPad en mis manos y puse cara de sorpresa por lo liviano que es; un colega sentado a mi lado sabía que iba a recibir de mis manos un aparato muy ligero y, cuando lo hizo, su cara de sorpresa fue aún más expresiva que la mía. Así de liviano es.

Y, sin embargo, es consistente. No siente uno que tenga que cuidarlo como si fuera un huevo crudo que se puede romper al mínimo contacto con un objeto contundente. Claro, esto no quiere decir que no haya que proteger la pantalla o que resista el abuso (más que el uso), pero… ¡por favor, es una tableta, no un balón de fútbol ni una raqueta de tenis!

A propósito de la pantalla, vale la pena tener un paño para limpiarla entre los ‘accesorios’ del equipo, pues sigue siendo un poco sensible a las huellas digitales. No es algo que estorbe para trabajar, pero gritaremos de alegría el día que las huellas no se vean tanto sobre la pantalla. En cuanto a los reflejos… bueno, esos sí molestan un poco al trabajar, de manera que hay que encontrar el ángulo adecuado para que la luz no rebote directamente sobre nuestros ojos.

USB Tipo C: bienvenido, pero…

Luego de configurar el iPad Pro, la primera acción que me dispuse a realizar fue sincronizar la música que tengo en mi computador, para lo que recurrí al cable que viene dentro de la caja. Pero no pude hacerlo: para conectarlo con otros dispositivos, el nuevo modelo trae incluido un cable que es USB Tipo C en los dos extremos. Como mi viejo Mac Mini no tiene puertos de este tipo, tuve que recurrir al cable de un celular que es USB Tipo C por un lado y USB 3.0 por el otro.

¡Ojo! Lo anterior no es un defecto del iPad; simplemente, es una consecuencia de la evolución de los productos. Pero si vas a comprar uno, es importante que tengas en cuenta con qué lo vas a conectar, para saber si necesitas comprar más adaptadores o cables que el que viene incluido en la caja.

A la evolución de los dispositivos también se podría atribuir la desaparición de la conexión de audio, aunque esa todavía me obliga a hacer una mueca de resignación cada vez que tengo que poner el adaptador de USB Tipo C a audio para escuchar música con los audífonos.

No he pensado siquiera en comprar unos AirPods porque me conozco lo suficiente para saber que se me van a perder antes de que termine de pagarlos con mi tarjeta de crédito, incluso si solo los difiero a un mes. Por eso, todavía uso audífonos con cable. Y también uso un cable para conectar el iPad Pro al equipo de sonido. Sí, para eso está el adaptador… pero extraño la conexión de audio.

Por supuesto, la carga del dispositivo se realiza con ese mismo cable con conectores USB Tipo C, que en esta oportunidad va conectado a un adaptador más pequeño que los de versiones anteriores. Más compacto, menos estorboso, cosa que se agradece.

El Apple Pencil: impensable comprar el iPad Pro sin su mejor complemento

El iPad Pro por sí solo es un gran dispositivo, pero su mejor compañero, definitivamente, es el Apple Pencil, que en su segunda generación ofrece un par de características interesantes.

En primer lugar, desapareció –por fortuna– esa conexión cubierta con una tapita, que permitía cargar el dispositivo insertándolo en el puerto Lightning de las generaciones anteriores del iPad. Pensamiento en voz alta: Sinceramente no sé qué pensaban los diseñadores de Apple –una empresa que siempre ha estado a la vanguardia en esta materia– cuando crearon ese adefesio, que uno siempre creía que se iba a partir en cualquier momento.

iPad Pro 2018

Ahora, el Apple Pencil se adhiere magnéticamente a uno de los bordes del iPad Pro –donde no estorba ni estresa– y se carga de forma inalámbrica mientras se usa el dispositivo. Prácticamente ya no hay que preocuparse de que se acabe la batería, porque su nueva ‘residencia’ es una manera cómoda de cargarlo (de llevarlo de un lugar a otro y de alimentarlo con energía).

La ausencia de ese viejo conector también hizo que el lápiz de Apple haya reducido un poco su tamaño, pero no es algo que se note particularmente; no lo hace más cómodo ni más incómodo.

Por otra parte, el nuevo Apple Pencil tiene un lado plano, que no solo es el que se adhiere al borde de iPad, sino que es sensible al tacto. En esencia, con un doble tap se puede alternar entre el modo lápiz y el borrador en la mayoría de las aplicaciones; pero durante la demostración del Photoshop para iPad que se realizó durante el lanzamiento del equipo quedó claro que se puede aprovechar para otras cosas. Dependerá de los desarrolladores sacarle el máximo provecho a esta característica.

Hay que anotar que la sensibilidad al tacto en el borde plano del Apple Pencil no depende de ningún botón u otro tipo de aditamento. Simplemente hay que tocarlo dos veces para cambiar la función del dispositivo.

El teclado… sí, pero…

El teclado que se puede conectar ahora al iPad Pro cambió de nombre. Ahora se llama Smart Keyboard Folio. Tiene sus cosas buenas y otras que no tanto. En primer lugar, casi sobra decirlo, es mucho más cómodo para escribir que el teclado touch del dispositivo, cuando se cuenta con una superficie lisa, dura y estable para apoyarlo. Se puede ajustar en dos posiciones (con dos ángulos) diferentes, a conveniencia del usuario, y se adhiere de forma más segura al iPad; al menos, así se siente.

No deberías hacerlo, pero si eres una de esas personas a las que les gusta escribir en el puesto de atrás del taxi mientras se dirigen a la oficina, no lo vas a sentir lo suficientemente firme. Tampoco deberías hacerlo, pero si te sientas más o menos derecho entre la cama, la experiencia es mejor. Este nuevo teclado es más consistente que las versiones anteriores del producto, pero creo que ni siquiera es cuestión de consistencia… tal vez es el peso el que todavía lo hace sentir un poco inestable.

Tal vez Apple considera que no tiene mucho sentido agregarle mucho peso a un dispositivo que, precisamente, se destaca por ser muy liviano. Personalmente, no me disgustarían unos gramos de más en el teclado para mejorar la experiencia. Pero no prometo que, si se los agregan, no me vaya a parecer muy pesado.

iPad Pro 2018

Si vas a usar el Smart Keyboard Folio, hazlo en un ambiente con buena luz, pues evidentemente no es un teclado retroiluminado, como el de los computadores portátiles. Recuerda que se trata de un accesorio, no de un componente vital del iPad Pro.

Finalmente, no me siento completamente cómodo con la sensación al digitar. De nuevo, es mucho más cómodo que hacerlo en el teclado en pantalla del iPad Pro, se trabaja en una posición mucho más natural. Sin embargo, debo decir que, así como no entiendo los comentarios negativos de algunos sobre el teclado Mariposa de los nuevos MacBook Pro, es probable que a mucha gente sí le guste la digitación en el Smart Keyboard Folio… puede ser cuestión de gustos.

Y aquí le robo una idea a mi colega que hizo cara de sorpresa cuando recibió el iPad Pro de mis manos: cuando el teclado se voltea hacia atrás (a manera de cubierta, porque no se va a utilizar), las teclas quedan expuestas en la parte posterior del dispositivo. Eso se siente muy raro; en ese caso, es mejor retirar el teclado por completo.

Almacenamiento: ¿cómo voy a llenar ese terabyte?

Personalmente, una tableta con un terabyte de almacenamiento era algo que solo esperaba ver a la vuelta de un par de años, de manera que me sorprendió que el nuevo iPad Pro ofrezca esta capacidad. Sin embargo, hay que decir que un dispositivo que se puede explotar en mercados como el del diseño e incluso el de la edición de videos simples seguramente va a tener que lidiar con aplicaciones y archivos cada vez más grandes, por lo que está muy bien haber errado en esta predicción.

Si, como yo, quieres tener toda tu colección de música en la tableta (o al menos una buena parte de ella), esta capacidad también es adecuada, salvo que hayas encontrado la manera de digitalizar las canciones que tu bisabuelo escuchaba en la vitrola o tengas una cantidad de música inconmensurabe. Lo cierto es que un terabyte es una capacidad de almacenamiento más fácil de imaginar en un computador que en una tableta, y no todos cuentan con ella. Muy buen punto.

Al final, ¿qué niña tiene razón?

¿Qué niña tiene razón? ¿La que necesita un computador y no un iPad o la que no sabe lo que es un computador porque tiene un iPad?

La verdad es que el nuevo iPad Pro parece ubicarse cómodamente en el punto medio entre un computador y una tableta. Es mucho mejor que otras versiones de las segundas (no lo digo solo yo, lo confirman evaluaciones de otros medios especializados) y, personalmente, no creo que necesite convertirse en uno de los primeros.

Para el mercado al que busca satisfacer, no necesita más que iOS y versiones para tabletas de las aplicaciones, aunque muchas de estas se parezcan cada vez más a los programas diseñados originalmente para equipos de escritorio o portátiles.

Para cerrar esta evaluación, mencionemos algunas de las sensaciones que nos deja el iPad Pro 2018:

  • Por su peso y tamaño es ideal para transportarlo. Si su rendimiento y funcionalidad (esto incluye las apps disponibles, no solo el hardware) son suficientes para ti, es posible que puedas usarlo para reemplazar tu portátil.
  • Tiene un muy buen sonido; sus cuatro parlantes están mejor alineados que en versiones anteriores del dispositivo. De nuevo, cuidado: ¡estamos hablando de una tableta, no de un equipo de sonido! Seguramente, solito no alcanza para animar la rumba de la cuadra en Navidad, ¡pero si lo conectas a un buen equipo!… Por sí solo está muy bien para acompañar tus jornadas de trabajo, amenizar una reunión de amigos o alegrar tu casa con música mientras haces oficio.
  • La precisión del Apple Pencil es una de sus características más apreciadas. No es difícil continuar una línea exactamente desde el mismo punto en el que se interrumpió (lo que no es común en este tipo de dispositivos, en los que uno o dos pixeles de diferencia se notan). Nuestro diseñador Germán Bolívar se sentó a ‘cacharrear’ por primera vez con un iPad Pro y el Apple Pencil, y le gustó mucho. En unos minutos nos entregó el siguiente dibujo, realizado en Procreate. Le gustó la experiencia; lo único que le quedó faltando es que se oiga el roce del lápiz sobre la superficie (como sucede cuando se dibuja en papel). Al final, puede ser cuestión de costumbre.

iPad Pro 2018

  • Piensa en el ecosistema: aprovechar un iPad es más divertido y fácil si además tiene un Mac y un iPhone (incluso un AppleTV, para conectarlo al televisor). No quiere decir que no funcione de manera aislada, pero le vas a sacar más provecho conectado con sus parientes de Apple.
  • Es mucho más fácil apreciar sus características en aplicaciones de diseño (Procreate, Affinity Designer, entre otras), generación de contenidos (retoque fotográfico, edición de audio y video básica e intermedia); pero su capacidad de procesamiento también lo hace ideal para apps empresariales y de realidad aumentada, entre otras.
  • El reconocimiento facial funciona sin inconvenientes. Como es usual, el sistema pide que se ingrese la contraseña algunas veces (luego de reiniciarlo, por ejemplo). Pero, habitualmente, el reconocimiento se produce tan rápidamente que uno olvida que la tableta estaba bloqueada.
  • De hecho, a diferencia de otros dispositivos, en los que los mismos fabricantes advierten que el reconocimiento facial puede ser el sistema de autenticación menos seguro, en el iPad es el mecanismo estándar. Apple parece confiar mucho en esta tecnología.
  • ¡Ah, la calidad de la imagen! Bueno, la verdad es que –como decía un jefe mío– la perfección es enemiga de lo bueno, de manera que solo voy a decir que es prácticamente perfecta, tanto para imágenes fijas como para video.

Lo cierto es que todas estas características, positivas en su gran mayoría, son costosas. El iPad Pro de 12 pulgadas, en su versión más económica (64 GB de almacenamiento) cuesta 4.159.000 pesos; el modelo de 11 pulgadas y 64 Gb comienza en 3.389.000 pesos, y  el costo aumenta a medida que se incrementa el almacenamiento, por supuesto. A eso hay que agregarle los 400.000 pesos del Apple Pencil (obligatorio, desde mi punto de vista) y, si quieres, 669.000 pesos más que cuesta el Smart Keyboard Folio. En materia de precio, la competencia con los computadores sí es frontal.

Personalmente, creo que un iPad Pro podría reemplazar a mi computador portátil en todas las aplicaciones que requiero para mi trabajo diario; no así a mi computador de escritorio, en el que realizo labores para las que ni siquiera existen apps para esta tableta. Si el iPad Pro puede reemplazar o no a un computador depende de cuáles son tus necesidades. Pero hay que reconocer que es lo más cerca de una tableta ha estado del mundo de los PC.

Imágenes: ENTER.CO, Apple.

Jaime Dueñas

Jaime Dueñas

Nací. He crecido durante más de cuatro décadas. No me he reproducido. Soy periodista de profesión, músico por vocación y futbolista frustrado. Me encanta la tecnología, que en Enter.co tengo la oportunidad de mezclar con el periodismo y en mi vida cotidiana, con la música.

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