La película número 15 en el listado de originales de Pixar se ha convertido en una de las entregas más aclamadas de la compañía, y en la cinta original –no secuela– con más recaudo en su primer fin de semana, superando la marca dejada por Avatar en 2009. ‘Intensa-Mente’ es una película divertida que presenta un asombroso mundo. Pero más que cualquier cosa, es una historia, literalmente, llena de emociones.
Sobre el apartado gráfico hay que decir que el equipo de diseño se lució al imaginar cómo es el interior de nuestras cabezas: de niños y adultos, perros y gatos.
Se crearon varias interpretaciones gráficas de mecanismos neurológicos que tienen lugar dentro del cerebro: el tren del pensamiento, la laberíntica memoria a largo plazo, el cuarto de la abstracción, Imaginalandia, Producciones de Ensueño, amigos imaginarios y muchas cosas más. Esto dio lugar a un colorido universo:
Cuando se trata de Pixar, sabes de antemano que están utilizando la mejor calidad disponible en el renderizado de sus animaciones. Y lo bueno de ‘Intensa-Mente’ es que usa ese enorme potencial gráfico para hacer más creíble su universo, sin necesidad de apuntarle al fotorrealismo y sin obsesionarse con el conteo de polígonos. Más bien, concentrándose en la calidad de la iluminación y las texturas creativas, como la piel de las emociones. Todo esto logra mantener a sus personajes caricaturescos y estilizados.
El concepto general de la película es algo que no se siente completamente nuevo. Ya en varias ocasiones nos hemos imaginado la idea de que en nuestras mentes hay una constante batalla de emociones tratando de trabajar juntas o acabarse entre sí para poder tomar el control de nuestras vidas. La ejecución que Pixar le la da a la idea, que suena tan simple, es increíblemente llena de brillantez y detalles que le imprimen la ya conocida magia de la compañía.
Por ejemplo, es curioso ver cómo cada una de las formas y colores de las diferentes emociones de ‘Intensa-Mente’ hacen referencias a objetos cotidianos y aspectos de la vida de Riley. Alegría es una estrella, Tristeza una gota de agua, Miedo un nervio al descubierto, Ira un ladrillo de construcción y Desagrado es un pequeño brócoli.
Riley es una niña alegre que está pasando por un duro momento adaptándose a su nuevo hogar. No hay grandes secretos ni tramas complicadas en esta película; lo que juega realmente un papel importante aquí es la forma en la que es narrada toda la historia a través de las emociones. Y es que los personajes son literalmente eso: emociones, y gracias a eso empatizar con ellos es fácil. Sus personalidades claramente definidas hacen que todos cumplan un rol clave en el desarrollo de la historia.
Alegría y tristeza
Esta pareja es la encargada de poner en marcha el arco principal de ‘Intensa-Mente’ y rápidamente logra quedarse en tu corazón. Alegría es un impulso hacia adelante, una fuerza imparable que quiere que Riley sea feliz y está dispuesta a hacer lo que sea para conseguirlo. Tristeza es un desánimo constante que cumple el papel de emoción reflexiva, y ayuda a Riley a pensar en su pasado y en lo que debería hacer en su futuro.
Quién diría que una historia sobre emociones podría ser tan emocional. Es probable que ‘Intensa-Mente’ logre mover algunas fibras sensibles en tu interior, pues todos fuimos niños y sentimos que el mundo se convertía en un lugar imposible. Y es allí donde la magia de ‘Intensa-Mente’ la hace cobrar vida: entiende cómo nuestras memorias y experiencias, ya sean felices o tristes, son aspectos claves en el desarrollo de nuestra personalidad. Dependiendo de ellos seremos personas llenas de desagrado, miedo, ira, tristeza o alegría; aunque un poco de todo no está nada mal.
La película pudo haber sido un poco más caótica al momento de recorrer la mente de Riley, ya que contaba con un universo excepcional que pedía a gritos una exploración más profunda. Pero su ejecución ligera permite que el espectador pueda relajarse y concentrarse más bien en las emociones que esta pieza genera.
Una historia con mujeres fuertes
Después de ‘Brave’ ‘Intensa-Mente’ es la segunda película de Pixar protagonizada por una mujer. Esto puede simbolizar el acercamiento de la compañía a una amplia diversidad de género dentro de sus historias. En la cabeza de Riley la mayoría de las emociones son interpretadas por mujeres, y todas ellas hacen un espléndido trabajo divirtiéndonos y haciéndonos llorar. Aunque, claro, esos personajes se encuentran dentro de la cabeza de una niña de 11 años, así que no es nada raro que sean en su mayoría mujeres las habitantes de este espacio.
‘Intensa-Mente’ no intenta contar una historia apocalíptica o mostrar cómo se salva al mundo de su extinción, como otras entregas de Pixar. En cambio, se puede considerar como un paseo reflexivo que requiere de la audiencia poco compromiso y solo las ganas de explorar los rincones de su memoria. Para los pequeños será una aventura en un mundo colorido, y para los grandes, una oportunidad de sonreír y llenarse de nostalgia pensando en su niñez y en su familia.
Esto hace que esta no sea simplemente una película para niños. No hay una edad para ver ‘Intensa-Mente’. Pixar nos logra recordar con cada uno de sus lanzamientos que las películas animadas son para todos los públicos y que pueden tratar conceptos tan importantes como el crecer, y la soledad que se puede sentir mientras eso ocurre.
Imágenes: Pixar.
