Evaluación: ‘Furious 7’

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«¡Los carros no vuelan! ¡Los carros no vuelan!» gritaba Brian O’Conner (Paul Walker) mientras Dominic Toretto (Vin Diesel) estaba a punto de demostrarle que no solo él estaba equivocado, sino también los libros de física. ‘Furious 7’ demuestra que volar entre las Etihad Towers en Abu Dhabi dos veces y salir sin ningún huesito roto es lograble. Pero ojo, esa hazaña solo es posible si manejas un Lykan HyperSport y eres Vin Diesel. De lo contrario ni Batman podría.

No esperen algo novedoso. La fórmula es la misma, pero más creíble.

De los errores se aprende

Depués de todo, el cine es ficción. Por lo general, es un arte en el que vemos situaciones que en la cotidianidad nos dejarían atónitos. El problema es cuando se abusa en extremo de estas licencias y no hay una explicación medianamente convincente o coherente, así sea soportada en la clásica ‘Deus ex machina’.

A pesar de los autos voladores, en ‘Furious 7’ uno ‘se come el cuento’, cosa que no ocurría con algunas entregas anteriores en las que nos mostraron escenas de un Toretto volador o una pista para aviones de la longitud de un campo de fútbol de los Súper Campeones. Es decir, no parece tan descabellado que un auto que es capaz de levantar 100 kilómetros por hora en menos de 3 segundos, cuya velocidad máxima son 400 kilómetros por hora, se lance de una torre a otra y viva para contarlo. A eso hay que sumarle que muchos de los rascacielos de ese tipo son construidos con estructuras similares a la de la columna vertebral de un ser humano, por lo que con bastante suerte, y unas condiciones específicas, la hazaña de Toretto es hasta cierto punto lograble.

Solamente hay 7 Lykan HyperSport en el mundo, y su valor aproximado de compra es de 3,4 millones de dólares.
Solamente hay 7 Lykan HyperSport en el mundo, y su valor aproximado de compra es de 3,4 millones de dólares.

Es más. Como si fuera poco, en ‘Furious 7’ hay una escena que se vio ampliamente por uno de sus trailers, en la que la que cada uno de los miembros de la cofradía se lanza al vacío dentro de sus carros mientras volaban en un gran avión de carga. Interesantemente, esta escena no fue generada por computadora. Es ciento por ciento real. Tal vez por cosas como esas el filme no se merezca un Premio de la Academia a ‘Mejor película’, como sustuvo Vin Diesel, pero sin duda es una característica notable en una época en donde relegar todo a la computación es la salida más fácil.

Un último viaje

Han pasado 14 años desde la primera película de la serie hasta esta última, ‘Furious 7’. Hemos visto crecer a un grupo de actores a lo largo de todo este tiempo. Un elenco que generalmente estuvo encabezado por Vin Diesel y Paul Walker, acompañados por Michelle Rodríguez y por Ludacris y Tyrese Gibson -mi favorito de toda la serie, quien se encarga de dar un toque siempre jocoso y jovial, entre tanta testosterona y rudeza-, nos mostraron que los carros y las explosiones son el complemento perfecto para arrasar en taquilla -una y otra vez- y cautivar a miles de fans en el mundo con una narrativa simple pero que es segura, tanto que el final de la película es incierto, por lo que se deja la puerta del carro cerrrada pero con el vidrio abajo para una continuación.

En ‘Furious 7’ también regresa The Rock, quien es recurrente desde hace un par de películas. Si bien su participación no es tan preponderante, el combate a mano limpia contra Jason Statham (el villano esta vez) puede ser una de las mejores luchas que he visto en el cine. Y es que el aporte y la presencia de Statham se llevan las miradas. Su elegante y letal estilo inglés, caracterizando a un ex Fuerzas Especiales Británicas, es justo el villano que una saga como esta necesita: un genio al volante y un experto luchador.

El duelo The Rock - Statham es memorable. De los mejores combates que he visto en el cine.
El duelo The Rock – Statham es memorable. De los mejores combates que he visto en el cine.

Infortunadamente, es una lástima que el enfoque tradicional de la serie (el de los piques, las carreras ilegales, las historias de barrio) se haya tergiversado tanto, y ahora la cosa no baje de tanques de guerra o super helicópteros blindados equipados con drones capaces de destruir una ciudad entera. Hay momentos en los que se abusa de tantos disparos y de tantas explosiones, por lo que se siente que se está viendo filmes como ‘The Expendables’ o ‘Transfomers’. Sin embargo, esto no es una situación exclusiva de ‘Furious 7’. El cambio sucedió varias películas atrás, con la idea de procurar captar una audiencia más general y no una tan puntual, como es la de los amantes del asfalto caliente y los motores rugiendo.

Una grandísima ironía

El carro favorito de O'Conner era el Nissan, tanto el Skyline como el GT-R.
El carro favorito de O’Conner era el Nissan, tanto el Skyline como el GT-R.

Sería irrespetuoso no mencionar el drama que sufrió la producción de esta película por la inesperada muerte de Paul Walker. Su partida en un accidente de tránsito puso en aprietos a la grabación, ya que faltaban aún escenas por grabar y Paul ya no estaba. Claro, con la muerte del actor lo de menos era la película. Sin embargo, fueron sus mismos amigos y hermanos quienes se encargaron de ayudar a terminar el trabajo del difunto Paul. Mediante retoques digitales y la participación de Caleb y Cody -hermanos de Walker- se realizaron las secuencias faltantes. El increible trabajo dio sus frutos, permitiendo que la película no se estancara.

Al final de la película, uno se desliga de esta, y trasciende a un plano que se siente más real, más humano. Es ahí cuando verdaderamente se entiende que Paul Walker ya no camina con nosotros. La última escena no es la última escena de la película, sino la despedida y el agradecimiento al actor. Es ahí cuando a muchos de nosotros se nos aguaron los ojos.

La tristeza y la amargura se siente en los actores por la partida de su colega, especialmente en Vin Diesel. Recuerdo una frase de Dominic Toretto que va así: «siempre estarás en mí y siempre serás mi hermano». Esto en realidad no era un mensaje de Toretto a O’Conner, sino de Vin a Paul.

Imágenes: Furious 7

Juan Felipe Guerrero C.

Juan Felipe Guerrero C.

Mi alma máter es la Universidad de La Sabana. Allí me gradué de Comunicación Social y Periodismo. Soy un sujeto apasionado por la industria automotriz, la cinematográfica y la musical. Fervoroso admirador del Capitán Haddock, y eterno enamorado del Ford Mustang y de Cara Delevigne.

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