Cinco proyectos de crowdfunding que ganaron mucho más que dinero

Decir que el crowdfunding es una gran oportunidad para los emprendedores es una discusión vieja. Todo lo que ha ocurrido alrededor del concepto, en cambio, se presta para analizar a fondo lo que significa para la empresas apostarle la vida a la caridad de miles de usuarios regados en todos los rincones del mundo. Solo falta ver que hay proyectos, como Ouya, que recaudaron millones de dólares para dejar a sus ‘backers’ con muchas preguntas y con un producto despreciado por la crítica.

Hoy queremos ser un poco más exigentes y no solo observar los proyectos de Kickstarter que recibieron 100 o 200% más del dinero que pidieron, sino los que llegaron a ofrecer un producto genial que satisfizo los deseos de los apoyadores. Palabras más palabras menos, les presentamos cinco proyectos que no le rompieron el corazón a quienes creyeron en ellos.

Oculus Rift

El caso de Oculus es histórico: fue la primera empresa financiada en Kickstarter que terminó en manos de un gigante de internet. Facebook pagó 2.000 millones de dólares por la compañía que nos hizo creer que la realidad virtual era mucho más que un sueño o una animación en las películas de ciencia ficción.

Aunque falta mucho para llegar a un consumo masivo de gafas de realidad virtual, Oculus está mejorando constantemente su producto y ya tiene varios demos que muestran su plusvalía. Vemos que el camino hacia esa tecnología está claro, y que es cuestión de pulir detalles, uno por uno, para llegar a tenerla como alguna vez la imaginamos:

Musopen

Musopen es un proyecto -sin animo de lucro- que tiene una misión muy loable: conservar la música clásica. Se metió a Kickstarter con el objetivo de reunir 11.000 dólares, cifra que logró multiplicar seis veces. Hoy, la página es una biblioteca de música clásica que ofrece gratuitamente piezas de muchos compositores y grabadas por una orquesta de la mejor calidad.

Aunque tienen un gran catálogo en línea gratuito, el usuario se puede inscribir en una cuenta premium a 45 dólares al año para tener acceso a contenido exclusivo. El dinero reunido es reinvertido para ampliar la lista de artistas y piezas.

Punk Mathematics

Tom Henderson quería escribir un libro de matemáticas. No tenía plata y estaba un poco loco. Por eso, se fue a Kickstarter y con un poco de punk, consiguió el dinero. Punk Mathematics es el primer libro de matemáticas que me quiero leer desde que… bueno, desde que nací. En palabras de Henderson, es un libro que une la capacidad de generar problemas del punk con la capacidad de resolverlos de las matemáticas.

Henderson solo necesitaba 2.800 dólares para llevar su idea a la realidad, pero recibió 20 veces esa cantidad. Todo porque le ofreció su número de celular personal a los que le dieran más de 42 dólares para contestarles cualquier duda matemática a cualquier hora.

Form1

Ya llevamos un buen tiempo pensando en la manera en la que la impresión 3D revolucionará la tecnología. Form1 sería el primero de estos dispositivos que llegaría a los laboratorios de diseño más grandes. Lo más importante es que Formlabs, empresa que creó la impresora, inventó nuevos materiales de impresión: unas tintas líquidas que reemplazan los materiales sólidos y permite llevar el dispositivo a un mercado más grande.

El Museo Tesla

nikola tesla
Nikola Tesla merece su museo.

Hasta hace poco, Nikola Tesla era uno de los científicos más subvalorados de la historia de la ciencia. Parece increíble uno de los padres de la electricidad no tenga su propio museo ni una recepción apropiada por la comunidad científica. Por eso, hace un tiempo, nació la intención en Indiegogo de hacerle un museo.

Recibieron más de un millón de dólares aunque pidieron 800.000. El dinero era para comprar el terreno donde está construido el laboratorio del científico y convertirlo en un museo. La idea atrajo a muchas personas, entre las que se encuentra nada más y nada menos que el millonario presidente de Tesla y SpaceX, Elon Musk que anunció que lo financiará.

 

Nicolás Rueda

Nicolás Rueda

Soy un desparchado. Amo los videojuegos, la filosofía, la música y la poesía. Estoy obsesionado con las personas que se pegan a las pantallas y me gusta ver a la gente montar en bicicleta cuando voy en bus. Mi educación desde niño hasta lo que soy hoy, se resume a un supernintendo y a intentar vivir cada día como si fuera un juego. Por eso estoy acá, en ENTER.CO, donde colisionan, inevitablemente, todas mis pasiones: La vida y la tecnología como una sola cosa.

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