El trabajo en equipo permitió la elaboración de un gran portafolio de obras de arte.Dicen que el único límite para el ser humano es su imaginación. El poder convertir en realidad las ideas que vienen a la mente es una característica única de algunas personas, y más si lo hacen con elementos que otros han desechado, como la basura electrónica. Este caso, los protagonistas son los integrantes de un grupo de habitantes de calle de Bogotá, quienes se tomaron la tarea de recolectar chatarra eléctrica y electrónica para elaborar objetos artísticos.
Bajo la coordinación del docente Miguel Kuan y del artista argentino Jorge Crowe, un grupo de 39 personas en proceso de resocialización crearon diversas obras de arte con implementos que otros consideran basura. En su mayoría, los habitantes de la calle realizaron entre dos y tres obras durante las dos semanas de trabajo con la basura electrónica.
La actividad se realizó en el Centro de Atención Transitoria (CAT) de la localidad de Puente Aranda, donde los resultados de los participantes reflejaron su ingenio. Máquinas de dibujo autónomo, modelos de juguetes electromecánicos, objetos con movimiento, luz y sonido fueron el fruto de sus creaciones a partir de la basura electrónica.
Basura electrónica que salva vidas
«Vengo de Cali. Vivo hace un año en Bogotá y estoy hace 35 años en la calle, de los que 28 fueron en las drogas. Ahora llevo tres años fuera de las drogas y vine a Bogotá a recuperar mi vida. Aquí conocí los programas de la Alcaldía y ahora tengo la oportunidad de estudiar, de hacer manualidades como ludotecnia y trabajar con los motores de la chatarra. Mi obra es un esférico con un motor de graduación, se mueve y comienza a dibujar», dijo Franklin Cuenú, participante. Actualmente Franklin está terminando la primaria.
Por su parte, Jesús Robles, otro de los participantes, nos contó que las drogas dañaron su vida. Estuvo 12 años en el Ejército, conoció las drogas y duró 18 meses viviendo en la calle. Sin embargo, ya cumplió tres meses en el programa de rehabilitación, y aunque ha sido un reto para él, tiene esperanzas de salir adelante.
«Me arrepiento de haber dejado mi trabajo, porque estaba a 8 años de mi pensión. Con el Ejército conocí Egipto y estuve 10 meses en el Sinaí. Conocí las pirámides y el Cairo. Hoy en día me gustaría volver a estar en esa institución. Haré los papeles a ver si me puedo reincorporar», resaltó.
Luego de concluidas, las obras estuvieron expuestas en el la Estación de La Sabana el viernes pasado. Allí, los asistentes disfrutaron de la muestra de resultados del Laboratorio Interactivo de Conexión de Circuitos. El evento fue organizado por la Alcaldía Mayor de Bogotá a través del Instituto Distrital de las Artes (Idartes), su línea de Arte, Ciencia y Tecnología, la Gerencia de Artes Plásticas y Visuales, con el apoyo de la Secretaría Distrital de Integración Social y el CAT.
Imágenes: Idartes.
